"Grasas vegetales vs. grasas animales: ¿Cuál es la opción más saludable para el cuerpo?

Existen diferencias significativas entre ambas, tanto en su composición como en los beneficios o riesgos que aportan a la salud

Grasas vegetales vs. grasas animales: ¿Cuál es la opción más saludable para el cuerpo?

En el amplio mundo de la nutrición, las grasas juegan un papel esencial como fuente de energía, transporte de vitaminas y protección de órganos vitales. Sin embargo, no todas las grasas son iguales.

Existen diferencias significativas entre las grasas de origen vegetal y las de origen animal, tanto en su composición como en los beneficios o riesgos que aportan a la salud.

GRASA ANIMAL

Las grasas de origen animal, presentes en productos como carne, manteca, lácteos enteros y embutidos, suelen contener altos niveles de grasas saturadas y colesterol.

Estas grasas, en exceso, pueden elevar los niveles de colesterol LDL ("malo") y aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares. No obstante, también aportan nutrientes importantes: son fuente de vitaminas liposolubles como la A, D, E y K, además de hierro y zinc.

En cantidades moderadas, especialmente en carnes magras y pescados, pueden formar parte de una dieta equilibrada.

GRASA VEGETAL

Por otro lado, las grasas de origen vegetal, que se encuentran en aceites como el de oliva, aguacate, frutos secos y semillas, están compuestas principalmente por grasas insaturadas (monoinsaturadas y poliinsaturadas).

Estas ayudan a reducir el colesterol LDL y a aumentar el HDL ("bueno"), lo que protege al corazón y mejora la circulación sanguínea.

Además, son ricas en omega 3 y omega 6, ácidos grasos esenciales que el cuerpo no produce por sí mismo y que favorecen el funcionamiento del cerebro, la salud de la piel y la regulación de procesos inflamatorios.

¿CUÁL ES LA MEJOR OPCIÓN?

La comunidad científica y organismos de salud como la Organización Mundial de la Salud (OMS) coinciden en que las grasas vegetales son la mejor opción para el consumo habitual, pues ofrecen mayores beneficios y menor riesgo para la salud a largo plazo.

Esto no significa eliminar completamente las grasas animales, sino consumirlas con moderación, priorizando las provenientes de pescados como el salmón o la sardina.

En conclusión, tanto las grasas animales como las vegetales tienen su lugar en la dieta, pero la balanza se inclina hacia las segundas como la alternativa más saludable.

Incorporar más aceites vegetales, frutos secos y aguacate en la alimentación diaria puede marcar una diferencia significativa en la prevención de enfermedades y en la promoción de una vida más sana.