El Pueblo Mágico de Magdalena de Kino se alista para vivir una de sus celebraciones religiosas más importantes del año. El próximo 4 de octubre, miles de fieles acudirán a venerar a San Francisco Javier, patrono del municipio, en una festividad que combina tradición, cultura y fe.
El santo, cuya imagen tallada en madera se resguarda en una pequeña capilla junto a la iglesia de Santa María Magdalena, es considerado un intercesor milagroso por devotos de distintas partes de Sonora e incluso de otras regiones del país.
MAGDALENA DE KINO VIVIRÁ UNA DE SUS FIESTAS PATRONALES MÁS GRANDES
Durante los días previos a la fiesta, cientos de peregrinos comienzan a llegar a la ciudad, algunos recorriendo largas distancias a pie desde comunidades como Ímuris, Nogales o Cananea, para cumplir mandas o agradecer favores recibidos.
En los alrededores del templo, se instalan vendedores ambulantes con comida, artesanías y artículos religiosos alusivos al "Santito", entre ellos hábitos de fraile para niños. La plaza Monumental Eusebio Francisco Kino también se convierte en punto de encuentro de la comunidad, reforzando la dimensión cultural y social de la festividad.
¿QUIÉN ERA SAN FRANCISCO Y POR QUÉ SE CELEBRA CON FIESTAS EN MAGDALENA?
San Francisco Javier, nacido en España en 1506 y miembro de la Compañía de Jesús, fue un misionero que llevó el evangelio a Asia, razón por la que se le conoce como el "Apóstol de las Indias". Aunque nunca estuvo en México, su devoción llegó de la mano del jesuita Eusebio Francisco Kino, fundador de la misión de Magdalena en el siglo XVII, quien adoptó el nombre "Francisco" tras encomendarse al santo durante una grave enfermedad.

De esta manera, aunque la parroquia principal conserva el nombre de Santa María Magdalena, San Francisco Javier fue designado como patrono del pueblo. Cada 4 de octubre, la pequeña capilla que guarda su imagen se llena de fieles que lo tocan, lo besan y lo cargan, bajo la creencia de que solo los libres de pecado pueden sostenerlo.
UNA FECHA POLÉMICA
Existe cierta confusión respecto al día de la celebración, pues el 4 de octubre corresponde en realidad a la fiesta de San Francisco de Asís. Sin embargo, historiadores explican que este cambio se debe a la expulsión de los jesuitas en México y a la llegada de los misioneros franciscanos, quienes habrían trasladado la festividad para rendir mayor honor a su propio fundador.
Así, entre rezos, cantos, peregrinaciones y una misa solemne, Magdalena de Kino volverá a mostrar su fervor por San Francisco Javier, manteniendo viva una de las tradiciones religiosas más emblemáticas del noroeste del país.