En el norte de México, la carne es la reina indiscutible de la mesa, principalmente si es asada, formando parte del ADN gastronómico norteño desde tiempos remotos, incluso prehistóricos.
Sin embargo, entre tantas reuniones donde predomina este platillo, llega un punto en el que el paladar pide un respiro, un giro sin alejarse del sabor intenso que caracteriza la cocina del norte.
¿CUÁL ES EL ORIGEN DE LA DISCADA?
La discada norteña es un platillo que ha conquistado brasas y reuniones por igual, por ser una opción tan práctica como deliciosa para compartir al aire libre con amigos y familia. Su nombre proviene del disco metálico, originalmente parte de un arado, sobre el que se prepara.
El origen exacto de la discada sigue siendo motivo de debate. Algunas fuentes, como el Diccionario Enciclopédico de la Gastronomía Mexicana de Larousse, la ubican como típica de Chihuahua y la relacionan con un guiso llamado pepena del Valle de Allende.
De igual manera, existen otras versiones que aseguran que nació en los campos agrícolas de la región lagunera, especialmente en San Pedro, Coahuila.
Lo que sí es un hecho es que su invención está ligada al ingenio de los campesinos que, al notar el desgaste de los discos de arado, decidieron darles una segunda vida como comal improvisado.
Alguien tuvo la idea de tapar los agujeros, pulirlo y convertirlo en un sartén rústico pero funcional. Y así, entre uno que traía carne de res, otro chorizo, otro más salchicha o tocino, nació la discada: un "revoltijo" sabroso y comunitario.
¿QUÉ LLEVA UNA DISCADA?
La receta puede variar según gustos y regiones, pero hay ingredientes que no deben faltar como la carne de res, cerdo, chorizo, salchichas para asar (o polacas), tocino, cebolla y tomate. A partir de ahí, cada quien le da su toque: pimiento morrón, champiñones, papas Galeana, chile chipotle, cerveza, jugo de tomate o incluso queso gratinado al final.
Aunque en sus inicios incluía carne de venado, actualmente se adapta a los ingredientes más accesibles. Y aunque puede confundirse con el alambre, la discada se distingue por su variedad de carnes y su preparación sobre el disco metálico.
La discada norteña no solo es una receta, es un reflejo de la vida campesina, del compañerismo y del ingenio para cocinar con lo que se tiene a la mano. Ya sea en los ranchos de Chihuahua, en los patios de Coahuila o en las reuniones familiares de cualquier ciudad del norte, la discada representa una alternativa deliciosa a la carne asada, sin perder el espíritu norteño.