Hace unas semanas, el Museo del Louvre volvió a ser noticia, y no por una de sus magníficas exposiciones. Nueve joyas que pertenecían a Napoleón y a la emperatriz Eugenia de Montijo fueron robadas, en uno de los atracos más audaces de los últimos años.
Desde piezas prehispánicas hasta retablos renacentistas o esculturas imposibles de mover, la historia del arte está llena de capítulos que parecen sacados de una película.
ROBOS A MUSEOS QUE PARECEN DE PELICULA
- Louvre – París
En 1911, un trabajador del Louvre decidió que la Gioconda se vería mejor en su casa. Se la llevó escondida bajo el abrigo y la tuvo dos años antes de intentar venderla. Irónicamente, ese robo la convirtió en la pintura más famosa del mundo. Antes del crimen, la Mona Lisa era solo otra obra más de Da Vinci. Después, se volvió mito.
- Museo Nacional de Antropología – Ciudad de México
Nochebuena de 1985. Mientras la ciudad dormía, dos hombres entraron al Museo Nacional de Antropología a través de los ductos de ventilación y salieron con más de cien piezas prehispánicas, entre ellas la máscara funeraria de Pakal. Hasta hoy, sigue siendo el robo más grande en la historia cultural de México. Y sí, muchas de esas piezas siguen desaparecidas.
- Iglesia de San Lorenzo – Palermo
Palermo, 1969. Una noche lluviosa, dos hombres irrumpen en la iglesia de San Lorenzo y se llevan La Natividad con San Francisco y San Lorenzo de Caravaggio. Nunca volvió a verse. Décadas después, un exmafioso confesó que la pintura fue cortada en pedazos y vendida por partes.
- Museo Isabella Stewart Gardner – Boston
En 1990, el Museo Isabella Stewart Gardner fue el escenario perfecto para un robo de película. Dos falsos policías tocaron el timbre, entraron "a investigar un disturbio" y salieron con trece obras de arte valuadas en 500 millones de dólares.
- Jardín de la Fundación Henry Moore – Londres
Inglaterra, 2005. Tres hombres, un camión y una grúa. En diez minutos se llevaron una escultura de Henry Moore que pesaba más de dos toneladas. Nunca se volvió a ver. Se cree que fue fundida y vendida como metal.
- Louvre – París (otra vez)
Y volvemos al punto de partida: el robo al Louvre de este 2025. Las joyas de Napoleón no son las primeras ni serán las últimas. Las autoridades siguen investigando, pero el golpe demuestra que incluso los museos más vigilados siguen siendo vulnerables.




