Ahora sí funcionan las Chivalácticas
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Desde el arranque del partido, el Rebaño se encargó de mover los hilos del encuentro, siendo más incisivo a la ofensiva, en donde los esmeraldas poco pudieron hacer ante la dinámica rojiblanca.
José Juan Macías estuvo encendido desde el primer tiempo, insistente a la ofensiva, dando su primer aviso rápidamente, pero una barrida de Osvaldo Rodríguez impidió que abriera el marcador. Unos minutos después volvió a intentar, pero con una chilena.
A través de la pelota detenida, León trató de equilibrar el peligro, pero con remates que no exigieron a Toño Rodríguez.
La recompensa de JJ llegó en la parte complementaria, en donde demostró su olfato goleador al recibir un pase filtrado del Chapo y definiendo de inmediato con una media vuelta que venció a Rodolfo Cota.
La cereza del pastel fue el festejo, ya que Macías limpió su imagen ante la afición tapatía al besar el escudo, ya que el semestre pasado, durante su paso por el Bajío, el artillero le anotó a los rojiblancos y colocó sus labios en el escudo esmeralda.
Ignacio Ambriz y sus pupilos venderían cara la derrota, adelantando líneas para complicar el manejo del partido de Chivas, aunque soportaron los embates felinos.
En una jugada colectiva, el Guadalajara sentenció el encuentro al aprovechar el factor sorpresa de Fernando Beltrán, que pese a medir 1 metro con 63 centímetros se incorporó al área y remató de cabeza un servicio de Ponce, mandando la pelota al fondo de las redes.
Luis Fernando Tena empleó su experiencia para cortar circuitos de los Panzas Verdes al poblar el medio campo y refrescar la ofensiva en busca de espacios, manteniendo a raya al León.