Me hizo temblar, enfebrecerme toda, sentir que iba a morir. Un día entero me tuvo sin dejarme salir de la cama. Cuando por fin se fue quedé agotada, e...
Con permiso -dijo don Verraco. Y así diciendo tomó por la cintura a su mujer, la acostó sobre la alfombra de la sala y procedió ahí mismo a hacerle el...
Jamás podrás entrar en mi corazón. Esa lapidaria frase le espetó Dulcibel, muchacha de buenas costumbres, a Libidio, hombre de malas. Nada importa -...
En la puerta del burdel del pueblo, el único que había en el lugar, apareció un letrero: Cerrado por coronavirus. Sírvase usted mismo. Pinza en mano, ...
Susiflor le preguntó con traviesa indiscreción a su amiga Dulcibel, linda muchacha: ¿Cómo te fue anoche con tu novio Pitorrango?. Le contó la hermosa ...