Sonora en espera del programa "Pueblo Mágico"

Se quieren inscribir Cócorit, Arizpe, Banámichi, Caborca y Cananea

Un Pueblo Mágico debe contar con, riqueza cultural e histórica, atractivos simbólicos, gastronomía auténtica, arquitectura preservada, así como entorno natural
Un Pueblo Mágico debe contar con, riqueza cultural e histórica, atractivos simbólicos, gastronomía auténtica, arquitectura preservada, así como entorno natural

Son cinco municipios sonorenses los que han levantado la mano para postularse como "Pueblos Mágicos", y los cuales ya se encuentran armando sus carpetas en espera de que se abra la convocatoria por parte de la Secretaría de Turismo (Sectur), informó Roberto Gradillas Pineda, titular de la Secretaría de Economía y Turismo del Estado de Sonora.

Se trata de Cócorit, Arizpe, Banámichi, Caborca y Cananea, dijo el funcionario, indicando que el gobernador tiene la visión de fortalecer cada vez más el turismo. "Hay algunos proyectos o candidaturas que puedan ser tomados en cuenta como Pueblo Mágico aquí en el estado, estamos trabajando con algunas de las ciudades y con sus alcaldes".

Apuntó que por el momento están en espera de que el programa se abra por parte de la Secretaría de Turismo Federal, pero que ya están listos para presentar las carpetas correspondientes para Pueblo Mágico. "La secretaria de turismo de México saca convocatoria para candidatos de pueblos mágicos, pero no hay una fecha, puede ser el año que viene o en 10 años más, no sabemos".

También resaltó que en Sonora ya están listos y que cuenta con un patrimonio extraordinario, natural, histórico, lleno de magia, resaltando que se debería tener varios pueblos mágicos y que están trabajando para que eso suceda, tal como se hizo con Álamos, Magdalena de Kino, Ures y San Carlos que ya cuentan con esta distinción.

El propósito del programa es impulsar el turismo especialmente en zonas que antes no eran tan visitadas, brindar apoyo para conservar el patrimonio cultural y natural de la localidad para asegurar su mantenimiento para las futuras generaciones, fomentar el desarrollo económico generando empleos, mantener la actividad económica de la comunidad y mejorar la plusvalía de fincas y terrenos en la región, así continuar con la conservación de su legado a lo largo del tiempo.