Este fascinante Pueblo Mágico de Sonora fue capital del estado en dos ocasiones

Es un lugar que combina lo mejor de la historia, la cultura, la gastronomía y la naturaleza, haciendo de él un destino turístico único

Por: Ofelia Fierros

En el corazón de Sonora, a tan solo 77 km de Hermosillo, se encuentra un Pueblo Mágico que guarda en su historia y su arquitectura el alma de una región marcada por el paso del tiempo.

Ures, fundada en 1644, es una pintoresca localidad que no solo destaca por su tranquilidad y belleza natural, sino por haber sido capital de Sonora en dos ocasiones, un honor que pocos municipios pueden jactarse de haber tenido.

URES, DOS VECES CAPITAL DE SONORA

Ures fue elevado a la categoría de ciudad en 1838, momento en el que se convirtió en la capital extraoficial del estado de Sonora.

Años más tarde, en 1847, fue designada oficialmente la capital por decreto, lo que convirtió a esta ciudad en el centro administrativo de Sonora durante más de tres décadas, hasta 1879.

La capitalidad de Ures terminó en 1879, cuando los poderes del estado se trasladaron a Hermosillo, que, debido a su posición geográfica, había cobrado importancia como centro comercial y político.

A pesar de este cambio, Ures sigue siendo un lugar fundamental en la historia del estado, conocido como "La Atenas de Sonora" y un semillero de poetas, educadores y figuras culturales.

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PATRIMONIO ARQUITECTÓNICO Y NATURAL

Uno de los principales atractivos de Ures es su impresionante arquitectura colonial. Sus casonas bicentenarias, como las que adornan la Plaza Zaragoza, son una ventana al pasado, donde cuatro esculturas de bronce del siglo XVIII nos cuentan historias de un tiempo que ya pasó, pero sigue presente en cada rincón.

Además, la ciudad alberga el Templo de San Miguel de Arcángel, un ejemplo de la riqueza religiosa de la región.

Ures también ofrece una experiencia natural única. Rodeado de cascadas, formaciones rocosas y paisajes que invitan a la reflexión, es el lugar ideal para quienes buscan conectar con la naturaleza y disfrutar de la tranquilidad que solo un Pueblo Mágico puede ofrecer.

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GASTRONOMÍA Y TRADICIONES

El municipio es famoso por su gastronomía, que refleja la tradición y el saber hacer de sus habitantes. Entre sus delicias destacan los tamales de elote y carne, la panocha (derivada de la caña de azúcar), el jamoncillo, las coyotas, las empanadas, y el famoso arroz con leche. La industria del jamoncillo ha evolucionado y ahora ofrece una variedad de sabores como chocolate, vainilla, fresa, y nuez, convirtiéndolo en un referente de la cocina local.

Además de su gastronomía, las festividades de Ures son un atractivo para los turistas. Cada 29 de septiembre, se celebra la festividad en honor a San Miguel Arcángel, el santo patrono de la ciudad.

También, la Fiesta de la Caña, que se celebra en noviembre, marca el inicio de una industria artesanal de derivados de la caña de azúcar que ha sido parte integral de la economía local.

Otros eventos como el Baile Blanco y Negro y el Festival Cultural de Calle Morelos llenan las calles de música, danzas y alegría.

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URISMO Y VIDA LOCAL

Ures no solo es un destino para los amantes de la historia, sino también para quienes buscan disfrutar de un ambiente tranquilo y acogedor.

Con museos como el Costumbrista Regional y el Museo Industrial, así como varias haciendas históricas, los visitantes pueden sumergirse en la rica cultura local.

Paseos naturales como La Carrizosa y La Tescalama permiten disfrutar de la belleza del paisaje sonorense.

Ures es un pueblo que combina lo mejor de la historia, la cultura, la gastronomía y la naturaleza, haciendo de él un destino turístico único en Sonora.

Su legado como capital del estado, sus tradiciones vivas y su cálida hospitalidad hacen de este Pueblo Mágico un lugar imprescindible para los viajeros que desean descubrir el alma de Sonora.

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