Desde hace más de 50 años no se ha podido resolver un conflicto territorial entre los ejidos Casanate y San Antonio, que pertenecen a los municipios de Álamos, Sonora, y El Fuerte, Sinaloa, respectivamente, y donde se “dobleteó” una superficie de 800 hectáreas, dijo José Manuel Escobedo Prieto.
El líder social y director de Asuntos Ejidales del Ayuntamiento de Álamos, informó que ya acudieron en varias ocasiones a la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) en Sonora, pero no obtuvieron una respuesta positiva.
Por ello, pidió al gobernador Alfonso Durazo Montaño para que intervenga en este asunto, que ha causado demoras e incertidumbre en el proceso de regularización, así como en lo referente al pago de indemnización de 3 millones de pesos en total, por la afectación de terrenos, para 65 campesinos de los dos ejidos.
Dijo que se han logrado algunos avances, ya que peritos de la Sedatu realizaron trabajos de medición y conciliación, de tal forma que se asigne una superficie de 400 hectáreas para cada ejido.
“Ambas partes ya están de acuerdo, pero falta la indemnización, lo cual se ha empantanado, por lo que buscamos acudir directamente a las oficinas centrales de esa dependencia, en la Ciudad de México”, agregó.
Escobedo Prieto mencionó que cuentan con el apoyo del alcalde de Álamos, Samuel Borbón Lara, y el de El Fuerte, por lo que, con el respaldo del gobernador de Sonora, se confía en solucionar el conflicto.
Asimismo, están pidiendo la intervención del diputado local, Próspero Valenzuela Muñer, quien ha manifestado su apoyo y disposición en el tema.




