Nacional / México

Yaquis Vs. Yoris



Y desde entonces no ha habido quién logre un verdadero entendi­miento con ellos por parte de las autoridades mexicanas. Creo que es porque quieren hacerlos pensar y actuar a su manera, cuando son diferentes, siendo esas diferencias lo que nos debe fortalecer como nación. No hemos aprendido a vivir en la diversidad étnica que prevalece en nuestro país, y casi en cualquier lugar en donde hay alguna comunidad nativa hay problemas porque, por lo general se ha abusado de ellos.

Los Yaquis son bravos y tienen sus convicciones; también, como es normal, dentro de su sociedad hay quienes traicionan y se unen a intereses ajenos a los de la et­nia y se crean conflictos, como el que se está viviendo ahora, que la Carretera Federal fue tomada de nuevo oootra vez, como forma de presionar al Gobierno Federal para que les ayude a resolver el conflicto de intereses que se está presentado en la cooperativa del transporte que ellos tienen y que se ha visto desplazada por trans­portistas privados, dejando a más de 100 familias sin sustento.

Para muchos, los Yaquis son una etnia privilegiada, malcriada y sobreprotegida por las autori­dades, pero más bien ha sido una raza mal interpretada y discrimi­nada. Los hermanos Yaquis desde siempre han dado muestras de tener talento para muchas cosas, pero se les ve para abajo y no se les escucha y por eso no se les entien­de. Basta ver cómo vive la mayoría de ellos en sus ocho pueblos para darse cuenta de sus desigualda­des sociales y económicas. Lo con­trario pasa en Arizona, en donde los Yaquis se han ido organizando y han sido tomados en cuenta de una manera no paternalista por el gobierno, y son generadores de ingresos con negocios como su Casino del Sol en Tucson, y viven mejor que los de acá.

En lo personal, creo que las grandes diferencias entre los Ya­quis y los Yoris se deben a la falta de oficio político de los gobernan­tes de ambos pueblos, a los abusos sobre sus derechos de agua y tie­rra que han sufrido durante años, al no entender que somos y pen­samos diferentes unos de otros, a que hay muchos vividores que se quieren aprovechar de la supues­ta “ignorancia” de esta gente, olvi­dando que al final de cuentas to­dos somos sonorenses y debemos tener los mismos derechos y las mismas obligaciones sin distincio­nes para vivir en armonía.