"2 de octubre no se olvida". Con esta frase, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, inició su conferencia de prensa matutina este miércoles, al cumplirse 57 años de la matanza de estudiantes en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco.
Desde Palacio Nacional, la mandataria encabezó la conmemoración mientras en el Zócalo capitalino ondeaba la bandera nacional a media asta.
CRIMEN DE LESA HUMANIDAD
Sheinbaum recordó que hace un año fue publicado en el Diario Oficial de la Federación el decreto que reconoce políticamente los actos de violencia gubernamental perpetrados en 1968 como un crimen de lesa humanidad.
La presidenta de México citó el documento en el que incluso se hace referencia al reconocimiento que el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz realizó durante su quinto informe de gobierno.
La jefa del Ejecutivo también destacó que, en 2024, la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, ofreció disculpas públicas en nombre del Estado mexicano a las víctimas, sus familias y a la sociedad en general por la represión del movimiento estudiantil.
SHIENBAUM ENVÍA UN MENSAJE A SOBREVIVIENTES Y FAMILIARES
En este sentido, Sheinbaum expresó su solidaridad con los sobrevivientes, con los familiares de quienes fallecieron y con los presos políticos de la época.
Asimismo, ratificó el compromiso de su gobierno con la no repetición de "atrocidades" como la represión, la privación ilegal de la libertad, el uso de las fuerzas armadas contra la población, la existencia de cárceles clandestinas, las desapariciones forzadas, la tortura y otros tratos crueles o inhumanos.
"El Ejecutivo se compromete a garantizar que nunca más el Estado sea utilizado para destruir o exterminar a un grupo de la población mexicana", afirmó.
La presidenta subrayó que este tipo de actos no solo forman parte de la memoria histórica del país, sino que deben servir como advertencia permanente para fortalecer la democracia y los derechos humanos.
En el marco de la conmemoración, Palacio Nacional amaneció resguardado con muros de protección y un fuerte operativo policial, ante la marcha convocada por colectivos y organizaciones sociales para recordar la matanza de 1968.
De esta forma, la administración federal buscó enviar un mensaje de memoria, solidaridad y compromiso con la justicia histórica, bajo el lema que ha marcado generaciones: "2 de octubre no se olvida".