Aunque ya está tipificada como delito en quince Estados, organizaciones impulsan su reconocimiento en el resto de la República
Por: César Omar Leyva
La violencia vicaria se ha convertido en un tema central en la lucha por los derechos de las mujeres en México. Esta se define como aquella violencia en la que el hombre por sí o por interpósita persona, utilizando como medio a hijas o hijos producto de la relación, de pareja, ex pareja para herir, violentar y controlar a la madre generando un daño psicoemocional.
Dicho término fue acuñado por la psicóloga clínica y forense Sonia Vaccaro, aproximadamente hace diez años, con el objetivo de analizar un tipo de violencia que se produce con mayor intensidad tras llevarse a cabo una separación.
Derivado de ello, el concepto “vicario” hace referencia a la sustitución de un individuo por otro en el ejercicio de una función. Cuando se aplica a la violencia, representa realizar una agresión sobre una persona en sustitución de otra, la cual es el principal objetivo.
La Subsecretaría de Derechos Humanos Población y Migración a través de la Dirección de Atención a Grupos en Riesgo, presentó el Informe Contextual sobre Violencia Vicaria en el que destaca que, en muchos casos, esta incluye la manipulación de los menores o la obstaculización de la relación materna, con el objetivo de ejercer control y poder sobre la víctima.
“Una característica de la violencia vicaria, consiste en que las conductas tienen la finalidad de generar un daño de forma consciente a la otra persona, por lo que se opina que es un tipo de violencia de género y al mismo tiempo se convierte en una forma de maltrato infantil, pues la persona que la ejerce se aprovecha de un estado de vulnerabilidad de las hijas e hijos”, detalla el informe.
El grado extremo de la violencia vicaria puede llegar hasta quitar la vida a las hijas o hijos, con la finalidad de causar un dolor extremo y un daño permanente en la mujer a la que no se ha asesinado directamente.
CASI LA MITAD DEL PAÍS RECONOCE LA VIOLENCIA VICARIA EN SUS CÓDIGOS PENALES
A nivel legislativo, 15 entidades en México ya han reconocido la violencia vicaria en sus códigos penales y civiles. Estados como Puebla, Zacatecas, Yucatán y San Luis Potosí han tipificado este delito, lo que permite a las víctimas buscar justicia y recibir protección específica bajo la ley. Sin embargo, en otras entidades como Jalisco, aún falta aprobar la legislación que tipifique este tipo de violencia .
Las cifras son alarmantes. La Colectiva Amorosas Madres Contra la Violencia Vicaria (CAM-CAI) ha reportado más de 7,000 casos en el país, con el Estado de México y Ciudad de México a la cabeza, acumulando 1,200 casos cada uno. Jalisco, Puebla y Tabasco también presentan cifras preocupantes, con entre 300 y 500 casos registrados.
Se reportó que, pesar de los avances en la legislación, la implementación efectiva sigue siendo un reto. En algunos estados, aunque la violencia vicaria está reconocida en la ley, los operadores de justicia carecen de la capacitación necesaria para identificar y sancionar adecuadamente estos casos.
A pesar de los avances, la lucha está lejos de terminar. Organizaciones como CAM-CAI continúan presionando para que en los próximos meses los 17 estados restantes tipifiquen la violencia vicaria y se avance hacia una ley federal que brinde una protección más uniforme a las víctimas en todo el país .
