Nueva ley en México: ¿Qué ocurre si los niños llevan comida chatarra a la escuela?
Esto tiene como propósito principal reducir el consumo de alimentos ultraprocesados promoviendo en su lugar opciones más saludables
A partir de marzo de 2025, las escuelas de México estarán obligadas a cumplir con una nueva legislación que prohíbe la venta y distribución de comida chatarra en sus instalaciones.
Esta medida, impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum, busca combatir la obesidad infantil y las enfermedades relacionadas, como la diabetes y la hipertensión, que afectan a millones de niños y adolescentes en el país.
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¿QUÉ IMPLICA LA NUEVA LEY?
La legislación tiene como propósito principal reducir el consumo de alimentos ultraprocesados como papitas, refrescos y golosinas, promoviendo en su lugar opciones más saludables, como frutas, verduras y comidas caseras. Según datos oficiales, México enfrenta una crisis de salud pública con alrededor de 15 millones de menores en condición de obesidad o sobrepeso, lo que posiciona al país entre los primeros lugares de obesidad infantil a nivel mundial.
¿QUÉ SUCEDE SI UN ESTUDIANTE LLEVA COMIDA CHATARRA A LA ESCUELA?
Aunque la venta de estos productos estará prohibida, la normativa no establece sanciones para los padres que envíen alimentos chatarra en las loncheras de sus hijos. Sin embargo, la Secretaría de Educación Pública (SEP) recomienda evitar estos productos debido a los efectos negativos en la salud a largo plazo.
En su lugar, sugieren alternativas como tacos de frijoles, frutas o alimentos preparados en casa que sean más nutritivos.
IMPLEMENTACIÓN GRADUAL DE LA MEDIDA
La prohibición entrará en vigor en marzo de 2025, pero desde septiembre de 2024 se inició un período de transición de seis meses para que las escuelas y autoridades se adapten. Durante este tiempo, se realizarán capacitaciones para docentes y personal escolar, además de campañas informativas dirigidas a las familias sobre hábitos alimenticios saludables.
Un aspecto clave de esta transición será mejorar el acceso a agua potable en las escuelas, ya que actualmente solo el 20 por ciento de las instituciones cuenta con bebederos funcionales. La meta es garantizar el acceso al agua natural en todos los planteles escolares para 2030.
IMPACTO EN LAS ESCUELAS
Actualmente, el 98 por ciento de las escuelas mexicanas venden productos chatarra, mientras que en el 70 por ciento se comercializan refrescos. Esta ley busca transformar esas cifras promoviendo un entorno más saludable. Sin embargo, la medida ha generado críticas de la industria alimentaria, especialmente de las empresas que producen refrescos y alimentos ultraprocesados, debido a las pérdidas económicas que podrían enfrentar.
El gobierno mexicano ha enfatizado que estas compañías han influido negativamente en los hábitos alimenticios de los niños a través de estrategias de publicidad dirigidas. A pesar de las resistencias, el objetivo de la legislación es claro, frenar la epidemia de obesidad infantil y garantizar un mejor futuro para las nuevas generaciones.