El mes del terror ya está aquí y México ofrece destinos con historia oscura, leyendas espeluznantes y fenómenos paranormales ideales para quienes buscan una experiencia fuera de lo común.
Desde casas embrujadas hasta pueblos abandonados, estos lugares combinan historia, cultura y misterio. ¿Te atreves a visitarlos?
LOS LUGARES MÁS TERRORÍFICOS DE MÉXICO
Isla de las Muñecas, Xochimilco, Ciudad de México
Ubicada en los canales de Xochimilco, esta isla se ha vuelto mundialmente famosa por las muñecas antiguas que cuelgan de los árboles, muchas deterioradas por el paso del tiempo.
La leyenda cuenta que Don Julián Santana Barrera comenzó a colgar muñecas tras el hallazgo del cuerpo de una niña que se habría ahogado cerca. Desde entonces, se le atribuyen historias de apariciones, ruidos extraños y presencias sobrenaturales.

Casa de los Lamentos, Guanajuato
Esta mansión del siglo XIX fue escenario de los crímenes del ingeniero minero Tadeo Fulgencío Mejía, quien, obsesionado con contactar a su esposa fallecida, habría realizado rituales de magia negra y sacrificios humanos.
Actualmente funciona como museo, pero quienes la visitan aseguran escuchar lamentos, gritos y experimentar fenómenos paranormales.

Misnébalam, Yucatán
Antiguo pueblo abandonado que se ha convertido en punto de referencia para el turismo oscuro. Se cuenta que luego de la muerte de un líder llamado "Don Fidencio", comenzaron a manifestarse sucesos extraños, apariciones y fenómenos paranormales.
También se habla de fantasmas de niños como "Juliancito" que rondan los espacios del viejo poblado-hacienda.

El Penal de Topo Chico, Monterrey, Nuevo León
Aunque ya no está en funcionamiento, el penal tiene fama de ser uno de los más terroríficos del norte de México.
Relatos de presos, túneles ocultos, celdas frías y voces en la noche han convertido el sitio en un referente del turismo paranormal en la zona.

Ex Convento de San Nicolás Tolentino, Actopan, Hidalgo
Este ex convento guarda leyendas de apariciones fantasmales y presencias que se sienten en sus pasillos, jardines y patios. Visitarlo supone adentrarse en un espacio donde la espiritualidad, la historia colonial y lo sobrenatural convergen.
