Desde los áridos desiertos del norte hasta las selvas tropicales del sur, los paisajes más emblemáticos del país cobran vida en el papel moneda
Por: Marcela Islas
Más allá de su valor monetario, los billetes mexicanos son una auténtica representación de la riqueza natural y cultural de nuestro país. Cada denominación nos transporta a un rincón diferente de México, permitiéndonos apreciar la belleza de sus paisajes y la importancia de su biodiversidad.
Al incluir estos paisajes en los billetes, el Banco de México no solo busca embellecer el papel moneda, sino también generar conciencia sobre la importancia de conservar nuestro patrimonio natural. Estos diseños nos invitan a conocer y apreciar la diversidad de ecosistemas que hacen de México un país megadiverso.
SONORA PRESENTE EN LOS BILLETES
Sonora, por ejemplo, ocupa un lugar destacado en esta galería de tesoros naturales: El billete de 200 pesos nos muestra la impresionante Reserva de la Biósfera El Pinacate y Gran Desierto de Altar, un paisaje volcánico y desértico único en el mundo. La presencia del águila real sobrevolando este entorno árido nos recuerda la importancia de conservar nuestra fauna emblemática.
Pero Sonora no es el único estado representado en nuestros billetes. La selva maya de Calakmul, el hogar de la ballena gris en El Vizcaíno, los bosques de oyamel que albergan a la mariposa monarca y los canales de Xochimilco son solo algunos ejemplos de los ecosistemas que adornan nuestros billetes. Cada uno de estos lugares es un tesoro natural que merece ser protegido y valorado.
Además de su valor estético y educativo, la inclusión de paisajes naturales en los billetes ha tenido un impacto positivo en el turismo de las regiones representadas. Al mostrar la belleza de estos lugares al mundo, los billetes contribuyen a promover el turismo sostenible y a generar ingresos para las comunidades locales.
Los billetes mexicanos son mucho más que simples medios de pago, son una invitación a explorar la riqueza natural de nuestro país y a valorar la importancia de conservar nuestros ecosistemas. Cada vez que utilizamos un billete, estamos llevando un pedacito de México en nuestro bolsillo.
