Historia decembrina: Hombre en situación vulnerable cambia elotes por regalos de Navidad
Lo que inició como un gesto local, ahora abarca comunidades marginadas en Nuevo León, San Luis Potosí y Tamaulipas
Don Dago no solo alimenta cuerpos, sino también corazones, recordándonos el verdadero espíritu de la Navidad.La inspiración de Don Dago proviene de una experiencia personal que lo sensibilizó sobre la dureza de pasar largas temporadas en hospitales. Este recuerdo lo llevó a emprender una noble misión: llevar momentos de felicidad a quienes enfrentan adversidades, especialmente a los más pequeños.
En Reynosa, Tamaulipas, la temporada navideña tiene un toque especial gracias a Don Dago, un comerciante de elotes que ha transformado su negocio en una fuente de alegría para niños en situación vulnerable. Con su campaña "Juguetes por elotes", recolecta juguetes que entrega en Nochebuena a pequeños hospitalizados y familias de bajos recursos.
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UN PROYECTO NACIDO DEL CORAZÓN
La inspiración de Don Dago proviene de una experiencia personal que lo sensibilizó sobre la dureza de pasar largas temporadas en hospitales. Este recuerdo lo llevó a emprender una noble misión: llevar momentos de felicidad a quienes enfrentan adversidades, especialmente a los más pequeños.
En Reynosa, Tamaulipas, la magia de la Navidad se siente de una forma muy especial gracias a Don Dago. Con su noble iniciativa "Juguetes por elotes". ??
— Excélsior (@Excelsior) December 18, 2024
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UNA CAUSA QUE CRUZA FRONTERAS
Lo que inició como un gesto local, ahora abarca comunidades marginadas en Nuevo León, San Luis Potosí y Tamaulipas. Cada año, Don Dago recorre estos estados repartiendo juguetes y alimentos, demostrando que la bondad no tiene límites.
¿CÓMO APOYAR LA CAUSA?
Quienes deseen sumarse pueden encontrar el carrito de Don Dago en el bulevar Espuela y Tonga, en la colonia Sierra de la Garza. Además de donar juguetes, los visitantes pueden disfrutar de sus deliciosos elotes y contribuir a una causa que cambia vidas.
Con la iniciativa "Juguetes por elotes", Don Dago no solo alimenta cuerpos, sino también corazones, recordándonos el verdadero espíritu de la Navidad.
