El Servicio Militar Nacional es una de esas obligaciones que muchos jóvenes dejan para después, ya sea por desconocimiento, falta de tiempo o simplemente porque no consideran urgente el trámite. Sin embargo, no cumplir con este requisito puede provocar complicaciones que afectan desde oportunidades laborales hasta trámites personales básicos.
A partir de 2026, el proceso tendrá modificaciones importantes, por lo que es buen momento para entender para qué sirve la cartilla militar y qué ocurre si decides no obtenerla.
¿QUÉ ES EL SERVICIO MILITAR NACIONAL Y CÓMO FUNCIONA?
El Servicio Militar Nacional es una obligación establecida en la Constitución mexicana. Todos los hombres de 18 a 39 años deben cumplirlo, ya sea participando activamente en actividades militares (encuadrados) o quedando en reserva (a disponibilidad).
El servicio se realiza en Centros de Adiestramiento Militar, donde los conscriptos reciben instrucción básica y participan en dinámicas que buscan fortalecer la disciplina, el trabajo en equipo y la formación cívica.
La Secretaría de la Defensa Nacional confirmó que a partir de 2026 el esquema se ajustará. Los jóvenes deberán acudir a 13 sesiones sabatinas, distribuidas durante tres meses en dos etapas de incorporación. La intención es hacer el proceso más claro, más rápido y más alineado a las necesidades actuales del país.
LA CARTILLA MILITAR: PARA QUÉ SIRVE REALMENTE
Aunque muchos la ven como un requisito más, la cartilla militar funciona como un comprobante oficial que valida que cumpliste con tu deber constitucional. Es un documento que suele pedirse en trámites laborales, educativos y migratorios.
No tenerla puede cerrar puertas importantes. Por ejemplo, sin cartilla liberada podrías enfrentar dificultades para:
- Conseguir trabajo en instituciones públicas
- Solicitar antecedentes no penales
- Tramitar título o cédula profesional
- Rentar o comprar vivienda
- Obtener licencias de manejo federales o algunas estatales
- Realizar trámites bancarios
- Acceder a empleos temporales en Estados Unidos o Canadá
- Estudiar en el extranjero
- Identificarte en procedimientos oficiales
- Entrar a corporaciones de seguridad
- Casarte por lo civil en ciertos estados
- Inscribirte en escuelas de nivel medio superior o superior
- Obtener licencia para armas de fuego
- Cobrar pensiones o gestionar trámites como jubilado
- Recuperar bienes en aduanas
- Corregir documentos oficiales
- Solicitar residencia en otro país
- Realizar trámites como deudo para vigencia de derechos
En pocas palabras, no tramitar la cartilla equivale a complicarte la vida en momentos clave.
La obligación existe para asegurar que el país cuente con personal preparado para responder ante emergencias o eventos que requieran apoyo civil y militar. Además, forma parte de la estrategia de organización nacional para tiempos de paz y, en caso extremo, escenarios de conflicto.
Más allá del aspecto militar, el servicio busca fomentar disciplina, civismo y responsabilidad entre los jóvenes.
CONSEJOS PARA EVITAR PROBLEMAS CON TU CARTILLA
Cumplir con este deber no tiene por qué convertirse en un dolor de cabeza. Estos pasos pueden ayudarte a mantener todo en orden:
- Revisa que estás inscrito correctamente en el Servicio Militar si tienes entre 18 y 39 años.
- Asiste a las 13 sesiones sabatinas cuando llegue el momento.
- Guarda tu cartilla en un lugar seguro una vez que esté liberada.
- Notifica cualquier cambio de domicilio o de estado civil para evitar retrasos o errores en la entrega de documentos.
UN TRÁMITE PEQUEÑO QUE EVITA GRANDES PROBLEMAS
No tramitar la cartilla militar puede convertirse en un obstáculo silencioso que aparece justo cuando más necesitas un documento oficial. Ya sea para estudiar, trabajar o viajar, tener la cartilla en regla te abre puertas y evita trámites innecesarios.
Entender las nuevas reglas que empezarán a aplicarse en 2026 y cumplir con el proceso a tiempo puede marcar la diferencia entre avanzar sin contratiempos o enfrentar limitaciones en tu vida profesional y personal.




