El primer Grito de Independencia encabezado por una mujer presidenta en la historia de México no solo estuvo marcado por la asistencia multitudinaria al Zócalo, sino también por el énfasis en reconocer el papel de las mujeres en la gesta insurgente.
Claudia Sheinbaum, presidenta de México, aclaró este 17 de septiembre en su conferencia matutina las razones detrás de los cambios en la arenga que lanzó la noche del 15 de septiembre desde el balcón central del Palacio Nacional.
SHEINBAUM EXPLICA POR QUÉ HOMENAJEÓ A MUJERES INDEPENDENTISTAS EN
Durante su intervención, Sheinbaum explicó por qué se refirió a la corregidora únicamente como Josefa Ortiz Téllez-Girón, eliminando el tradicional "de Domínguez".
"Las mujeres no somos de nadie. Había esta idea de que pasabas de ser hija de a esposa de. Claro que yo amo a mi esposo, lo quiero mucho, pero no soy de él", afirmó, al subrayar la carga patriarcal que históricamente ha condicionado los nombres femeninos.
La mandataria también resaltó que su decisión fue un acto de reconocimiento hacia las heroínas de la Independencia, tanto a las que participaron activamente en la lucha, como Leona Vicario, Gertrudis Bocanegra o Manuela Molina Medina, como a las heroínas anónimas que sostuvieron a sus familias y comunidades mientras sus compañeros se encontraban en combate.
Sheinbaum recordó que en su infancia la enseñanza de la historia era "muy masculina y machista", con apenas una mujer mencionada en los relatos escolares. De ahí que su arenga buscará reivindicar la memoria femenina en el movimiento independentista y abrir espacio a las mujeres indígenas y migrantes.
Más allá de un cambio en el protocolo, la presidenta señaló que su gesto fue un acto simbólico y feminista: reconocer que las mujeres tienen nombre propio, autonomía y un lugar en la historia de México.
"Es muy importante reconocer a las heroínas", insistió, al defender la inclusión de estas figuras en la ceremonia cívica más importante del país.