En los últimos años, seis de cada diez chiles verdes que consumen los mexicanos son importados de China. Esto muestra una gran caída del chile poblano, por lo que hacer chile en nogada, un platillo tradicional de México podría estar cerca de variar uno de sus principales ingredientes.
Los colores del chile en nogada (verde, blanco y rojo) representan los de la bandera de México. En esta nota, te contamos por qué su ingrediente más autóctono podría dejar de ser mexicano.

¿EL CHILE EN NOGADA PODRÍA COMENZAR A HACERSE CON CHILES DE CHINA?
Últimamente, es muy notoria la sustitución del chile poblano, ya que seis de cada diez chiles verdes que llegan a la mesa mexicana son importados de China.
Desde hace 25 años, China provee más del 60% de los chiles importados por México y esa proporción creció exponencialmente. De esta manera, China produce el 61% de los chiles frescos del mundo, mientras que México apenas el 9%. Por esta razón, los precios que brinda el país asiático son más accesibles y generan mayor presión en los productores locales.
Si bien el chile en nogada es originario de Puebla, este no es el estado que más produce, sino Zacatecas, quien lideró con más de 177 mil toneladas en 2023, seguido por Guanajuato, Jalisco y Sinaloa.
Los chiles de China obligan a los agricultores poblanos a recibir menos dinero por sus productos (el kilo suele estar a15 pesos por kilo, cuando lo justo sería 33). Además, debido a la sequía enfrentan pérdidas de hasta 50% de la cosecha y se produce una baja en la productividad.

¿CÓMO RECONOCER UN CHILE AUTÉNTICO DE MÉXICO?
El chile poblano criollo se distingue por las siguientes características:
- Forma: cónica, alargada, con ligera curvatura en la punta.
- Tamaño: entre 12 y 15 cm de largo, 5 a 7 cm de ancho.
- Color: verde oscuro, a veces casi negro y con manchas rojizas irregulares.
- Textura: carne delgada, tersa, firme.
- Aroma: herbal, intenso, penetrante.
- Sabor: complejo, con picor suave de 1,000 a 2,000 SHU que equilibra la nogada y el relleno.
- Al tatemar: la piel se desprende con facilidad.
El chile importado, por el contrario, presenta un tamaño mayor, forma perfectamente simétrica, verde brillante uniforme, carne gruesa y acuosa, aroma casi inexistente y sabor neutro o incluso dulce.