El Papa Francisco, o Jorge Mario Bergoglio, que era su nombre real, declaró en vida que deseaba tener una ceremonia mucho más sencilla de las que se llevaron a cabo con sus antecesores, por lo que fue muy cuidadoso para que el Vaticano siguiera sus indicaciones.
A la edad de 88 años, el Papa Francisco falleció el día 21 de abril del año 2025 y, durante su vida, declaró que quería ser enterrado en otro lugar que no fuera la Basílica de San Pedro, así como también se negaba a recibir una ceremonia que resultara llamativa o majestuosa.
"Cuando llegue el momento, no seré enterrado en la Basílica de San Pedro, sino en Santa María la Mayor", escribió el Papa Francisco en su autobiografía "Esperanza", publicada en enero de 2025.
¿DÓNDE QUERÍA SER SEPULTADO EL PAPA?
El Papa Francisco declaró que, además de ser sepultado muy cerca de "La Regina della pace", este quería estar cerca de la estatua de la Virgen María, la cual, a palabras de él, lo había abrazado ya más de cien veces.
Después de pasar 38 días dentro de la clínica Gemelli, el Vaticano le confirmaría que todo estaría listo para su entierro, mientras todos en el mundo se unían para orar por la vida del Papa Francisco para su pronto regreso al Vaticano.
El Sumo Pontífice llegará a su iglesia romana favorita, que se encuentra a unos cuantos kilómetros de la Basílica de San Pedro, la cual ha sido el lugar de descanso de siete Papas, lo que convierte al Papa Francisco en el primero en casi 150 años que no tendrá su sepulcro en dicha basílica.
Su Santidad también descartó las ceremonias del Vaticano, ya que estas le parecían "bastante pomposas" y a él le gustaban más las sencillas.
"Con dignidad, pero por lo demás como cualquier cristiano normal, porque el obispo de Roma es pastor y discípulo, no un poderoso de este mundo".
