México es un país repleto de leyendas urbanas e historias que parecieran venir del mismísimo infierno; es por ello que todas las personas han pasado por alguna experiencia paranormal que llegaría a la boca en boca de los hogares de miles de mexicanos.
En la capital del país, la Ciudad de México, estos mitos y leyendas suenan con más fuerza en estas calles; conócelas.
CALLES "EMBRUJADAS" EN LA CIUDAD DE MÉXICO
El Callejón del Diablo
Se trata de una de las áreas más famosas por fenómenos sobrenaturales. Los residentes de la región afirman que se escuchan lamentos, e incluso en las historias, los habitantes subrayan que también experimentan la presencia de un demonio. Además, sostienen que la aparición de sombras inusuales se debe a que también se realizan rituales de maldad.
Una de las leyendas más sobresalientes del Callejón del Diablo, situado en la alcaldía Benito Juárez, es la aparición del diablo. Esto sucede porque un joven hizo un pacto con él y obtuvo una maldición que implicaba que Satanás se quedaría con su alma.
Callejón del aguacate
Coyoacán es una de las alcaldías más famosas y con una vasta historia. En este lugar, se encuentra un callejón en la colonia Santa Catarina, con una historia de miedo. Según las declaraciones de los residentes, en la época de Lázaro Cárdenas residía un militar en esa región. Sin embargo, él estaba traumado por los sucesos violentos que experimentó; su comportamiento era hostil, pero eso no impidió que un niño deseara ver sus insignias bélicas.
El niño era extremadamente persistente, y un día, el militar no pudo controlar su furia y asesinó al niño mediante un ataque. Luego, el hombre se arrepintió de los eventos y ordenó la construcción de un altar. En la actualidad, las personas afirman que se perciben reclamos, gritos, llantos e incluso risas de niños.
La calle de La Quemada
Situada en Jesús María, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, este lugar ha ganado gran popularidad debido a la historia que guarda. Se rumorea que una chica de 20 años, llamada Beatriz, se trasladó a la capital junto a su padre, un hombre muy adinerado y celoso.
A medida que Beatriz estaba en la ciudad, se topó con un marqués italiano que ganó su corazón; sin embargo, también se mostró sumamente celoso, por lo que optó por quemar su rostro en las brasas. Tras aquel suceso, siempre llevaba un velo de color negro. Hoy en día, las personas afirman haber visto a una mujer del siglo XVI, periodo en el que la 'Quemada' arribó a la capital.
