Yaquis: noticia lamentable

En medio de un total hermetismo, poco a poco autoridades de la Fiscalía General de Justicia fueron “filtrando” en algunos medios, sobre todo de Hermosillo, un supuesto enfrentamiento en un predio denominado “El Chichiquelite” en el que encontraron los restos óseos de los siete yaquis y tres yoris desaparecidos el 14 de julio.

Además, se habla de por lo menos cuatro presuntos delincuentes abatidos durante ese choque con las fuerzas armadas, en un operativo que inició durante la madrugada del lunes.

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Durante el lapso en que la noticia llegó a las redes sociales, a los familiares y las autoridades tradicionales de Loma de Bácum, todo era confusión. Se hablaba en algunos medios digitales de cinco personas rescatadas, luego de 11 fallecidos o rescate de los 10 desaparecidos.

Pero la Fiscalía no tocaba el tema por más que se veía que entre los representantes de los medios de comunicación había una total desinformación y a los yaquis nadie les decía con exactitud lo que estaba pasando.

Al estilo de Claudia Indira Contreras Córdova, pues.

En Loma de Bácum, las mujeres se acercaron al templo para rezar por lo que pudiera haber ocurrido y más tarde les indicarían que no eran cinco, sino los 10 los encontrados, pero fue hasta que se acercaron a la agencia del Ministerio Público de Bácum que pudieron saber que en realidad lo encontrado eran puras osamentas.

Y ahí fue cuando las dudas comenzaron a incrementarse porque los yaquis decían que no podía ser que fueran restos óseos porque ya en anteriores búsquedas habían pasado por el lugar indicado por las autoridades y no habían encontrado nada.

¿Será acaso que las osamentas fueron sembradas ahí horas previas al supuesto enfrentamiento?

¿Desde cuándo tenían ubicado el lugar y a los yaquis no les dijeron?

Y si en realidad hubo tal enfrentamiento, ¿en verdad mataron a cuatro sicarios?

O bien, otra duda, ¿estaban ahí esas cuatro personas solamente para custodiar restos óseos?

Porque la mecánica de los sicarios, hasta el momento en cualquier homicidio, es hacer su “trabajo” y alejarse inmediatamente del sitio. ¿Para qué quedarse a custodiar muertos?

A menos que no hayan sido los del crimen organizado los homicidas sino que en realidad se trate de una venganza por haberse opuesto Loma de Bácum al paso del gasoducto por su territorio y con ello algunos hayan dejado de percibir los millones que se les habían prometido.

Porque se supone que también las corporaciones ya habían acompañado a los yaquis por esos lugares en busca de sus desaparecidos y, como ya se sabe, no habían visto ninguna señal de que ahí estuvieran.

Aunque no le tocó al nuevo gobierno este suceso, ahora que lo heredó, tiene una gran tarea: encontrar la madeja para saber quién o quiénes están involucrados en una matanza de este tipo. Y si, como por ahí se especula, se utilizó a otros yaquis para hacer el trabajo, en virtud de que ellos conocen a la perfección los recovecos de su territorio.

Han despertado al monstruo y estoy seguro de que el pueblo de Bácum no se va a quedar de brazos cruzados para exigir justicia. Jamás.

Por eso, esa “papa caliente” heredada tiene que ser enfriada con la verdad y solamente con la verdad.

Hay una prueba de fuego en la que el gobierno estatal tendrá que reconsiderar si deja en manos de Contreras Córdova la investigación.

Confianza, no se le tiene. Así de sencillo.

Comentarios: francisco@diariodelyaqui.mx