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Las Plumas

Y todo sigue igual

Delegados federales en Sonora creen ver monstruos en el espacio político; creen que en el país existe el riesgo de que cuele la perversión política

Francisco Gonzalez Bolon

Muchos adoradores de la llamada Cuarta Transformación están plenamente convencidos de que México ya es otro, que se “han dado pasos agigantados” hacia otro modelo de nación, cuando en los hechos, la corrupción, la violencia, la carestía de la vida y muchos funcionarios prepotentes y corruptos echan por la borda los escasos logros alcanzados.

Ahora, hasta los anodinos delegados de las dependencias federales en Sonora creen ver monstruos en el espacio político, como lo demuestra Jorge Taddei Bringas, cuando cita a “Antonio Gramsci para definir el momento actual que se vive en México, donde existe el riesgo de que se pueda colar la perversión política: El viejo mundo se muere, el nuevo tarda en aparecer, y en ese claroscuro surgen los monstruos”.

Carece el delegado de Bienestar en Sonora de la fuerza moral para hablar, como lo hizo en un foro de autoalabanzas recientemente celebrado, de que con la 4T se ha logrado “La lucha contra la corrupción, un Gobierno austero, servidores públicos sencillos, humildes, un modelo que trata de recuperar la confianza en el Gobierno con la propuesta de la democracia participativa, la presencia integral del Estado en todo el País, y el regreso del pueblo al escenario”.

Por favor, si él es el primer funcionario arrogante que solamente cuando necesita de los medios de comunicación se acerca a ellos porque cuando lo buscan para una entrevista se niega y es hasta que se le da la gana cuando responde si puede o no el periodista acercarse a él. De ese talante, el que habla de humildad.

Cree que porque viene del sector académico ya es superior a todos los sonorenses, pero olvida que su puesto se lo debe a los ciudadanos que votaron por Andrés Manuel López Obrador, porque Taddei Bringas, hasta 2018, era un perfecto desconocido en la Entidad.

Uno podría estar de acuerdo con que quienes idolatran las tareas de la 4T lo expresen públicamente, pero de ahí a pregonar que ya vivimos en otro México, hay una brecha muy enorme.

“El modelo neoliberal concretó en unos cuantos los beneficios y la mayoría de la gente, la clase media, empobrecida. Evidentemente, una clase política que solo defendía a los poderosos y al pueblo lo sacaron del escenario”, destacó Taddei Bringas en su exposición en el foro de marras.

Y uno se pregunta: ¿Es que acaso ha cambiado algo?

Evidentemente, no. Se quejan los de Morena del presidencialismo y corrupción de antaño, pero hoy en día una sola persona dicta lo que todos ellos deben hacer y creer y en el gabinete subsisten muchos personajes atados a una manera muy dudosa de actuar.

Ahora las “casas blancas”, como la de la ex esposa de Enrique Peña Nieto, no son adquiridas por corrupción sino por “préstamos” bancarios. O los maletines llenos de dinero en las campañas políticas no son más recursos ilegales sino “contribuciones a la causa”. Y los acuerdos con el crimen organizado sencillamente se llaman en estos tiempos, “abrazos, no balazos”.

Han cambiado los protagonistas, pero no las mañas. Pero no son iguales. Algunos, sí, peores.

Como peor está la población que en vez de ver reducida la pobreza, con la pandemia y malas decisiones económicas y sanitarias se ha demostrado que hay mas vulnerables en el país.

Coneval lo explica así:

“En 2016 teníamos 43.2 por ciento de la población (52.2 millones de personas) en situación de pobreza, hubo una disminución en 2018 con 41.9 por ciento (51.9 millones de personas), pero pasamos en 2020 a 43.9 por ciento (55.7 millones de personas)".

Y si le seguimos, ya en 2021 se tiene que, comparado con 2018, un total de 58.2 millones de mexicanos están en pobreza.

Si eso es vivir ya en otro país, pues la verdad viva la transformación de cuarta.

Comentarios: francisco@isamultimedia.com