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Las Plumas

Una realidad en el olvido

El país actualmente vive una dinámica delicada, controversias ideológicas, se predicen distintos escenarios en materia cultural.

Una realidad en el olvido

Es evidente, que se plantean acciones enfocadas a encaminar la política mexicana hacia una cuarta transformación muy controversial, donde no se ha precisado, asimilado, comprendido con nitidez y claridad en la política cultural en los municipios.

Los municipios necesitan bases para el desarrollo integral, con bienestar social de manera trasversal se construyan pilares adecuados para practicar formas civilizadas de convivencia, a partir de una ciudadanía participativa en los distintos procesos de equidad social y gobernabilidad democrática.

Diferentes voces de intelectuales, periodistas y artistas, así como representantes de la sociedad civil, manifiestan constantemente la necesidad de que se realicen acciones para prevenir la discriminación, fobias y homofobias que existen en nuestro país.

Es necesario el desarrollo de una política cultural a favor de la paz, más allá de acciones mediáticas que señalan el sistema, partidos o personajes políticos, que finalmente se convierten en fobias cotidianas y comunes, ya que se genera una irritación social.

Las fobias se manifiestan en todos los planos sociales, gobiernos municipales que no asumen un rol plural y democrático, universidades que señalan a otras por sus resultados, grupos o equipos políticos que luchan por el poder y sus energías se encaminan a poner trabas, o bien el solo hecho de que una persona sin conocerla te caiga mal, la señalas como un ser nocivo para tú entorno.

Es necesario un desarrollo intercultural que nos permita dialogar con la capacidad de mediación y respeto a la otredad, desde una visión de respeto y tolerancia.

Visualizar esta posición, desde una mirada intercultural es un gran avance hacia la democracia, pues permite, que se asimile y se trabaje transversalmente con una visión de gobernabilidad democrática, participativa y sensible a las distintas expresiones humanas.

México, es un país que constitucionalmente reconoce su diversidad y pluriculturalidad. Por lo tanto, afirmo en mi opinión, que la relación entre cultura, prácticas institucionalizadas, ordenamientos normativos y dogmas religiosos, amerita un debate respetuoso que permita escuchar las voces plurales que existen en las distintas regiones y grupos étnicos del país.

Respetar la diversidad, es principio absoluto para poder reconstruir nuestro tejido social, el cual es vulnerable hacia la violencia constantemente e impacta en prácticas cotidianas de discriminación y homofobia en las diferentes esferas de la sociedad desde el marco institucional, normativo y social.

Pienso que, en la controversial resistencia o conmemoración de los quinientos años de la Conquista es fundamental para profundizar en los procesos culturales de una sociedad.

Los mexicanos no somos mexicas. Descendemos también de muchos otros grupos mesoamericanosy, asimismo, de los españoles de la Edad Media y el Renacimiento, igualmente de personas de otros orígenes: franceses, libaneses, sirios, africanos, etcétera.

Este México, que son varios méxicos, en tiempo y en espacio, en forma y en fondo, es heredero de diferentes conquistas, de diferentes procesos culturales, que hoy por hoy responsablemente tenemos que reconocernos y reconciliarnos.

Los sectores culturalmente estigmatizados, desde las diversas instituciones religiosas, clases sociales, pensamientos, ideologías políticas, necesitan atender el problema generalizado de la homofobia, para tratarla desde un enfoque humano, no dogmático, ni normativo.  Y realmente el problema radica en la concepción de las estructuras desde la concepción de la doctrina social y humana. Esto requiere una renovación profunda, tenemos que impensar las políticas culturales municipales, afirmo que en los municipios de la región no existen.