Nunca antes, que se sepa, un problema de salud, convertido en crisis económica para muchos, había disparado los índices violentos del país.
Por un lado, la delincuencia anda "trabajando" en lo suyo y muy afanosamente. No hay día en que la marca de los cárteles de la droga quede sin estamparse en las calles de las ciudades. Las de Sonora no se escapan.
Por otro lado, lo que nunca se había visto en Ciudad Obregón, que vecinos mataran por cuenta propia a un presunto ladrón tras detectarlo en sus fechorías.
Sí se había sabido que los golpearan e incluso desnudaran y ataran en la vía pública, pero no que se llegara al extremo de matarlos a golpes.
Nada justifica llegar a esos niveles de violencia, pero muchos le echan la culpa a la falta de acción de las corporaciones policiacas contra los delincuentes, de grande y escasa monta.
Y, en el colmo de todo, las acciones violentas derivadas de los presuntos asesinatos o ataques contra ciudadanos por parte de la Policía, como en Guadalajara o Querétaro, por detalles como el que no traían el cubrebocas.
Muchos agentes policiacos sienten que con eso de las acciones contra la pandemia, les han dado cancha libre para hacer y deshacer con los ciudadanos, pero se equivocan.
Y la respuesta de la gente, como en Guadalajara, ha sido inmediata y en clara copia de los ataques de miles de estadounidenses contra todo lo que se les ponga enfrente por el asesinato a manos de policías de un integrante de la raza de color.
En la capital de Jalisco, por ejemplo, anoche se intentó quemar a un agente de la Policía ante el asombro de cientos de personas que participaban en una protesta.
Quizá por el encierro, pero los ánimos están caldeados en el país. Hay mucha incertidumbre, estrés y pánico, por lo que cualquier cerillo puede encender los ánimos y ya encarrerada, la gente no respeta nada.
De modo que las autoridades deben tener en la mira no despertar al tigre.
No están los tiempos para zarpazos de esa envergadura.
LUTO MÉDICO
Entre los médicos de Cajeme, y en especial del IMSS, hay gran consternación por el fallecimiento de tres doctores cuya atención estaba centrada en estos días precisamente hacia el área de los enfermos por Covid. Dieron su vida los doctores Jorge Alfredo Borboa Ballesteros, quien desempeñaba sus labores en Traumatología; Mayra Rodríguez Geraldo, en Medicina Familiar, y David Esquer como anestesiólogo y suegro de Borboa Ballesteros. Nuestras condolencias a las familias de los doctores.
Ayer en la tarde, el regidor Rafael Delgadillo Barbosa no solamente ratificó su demanda de juicio político contra el alcalde Sergio Pablo Mariscal Alvarado sino que incrementó las pruebas para que sean evaluadas por los legisladores y determinar si procede o no esta solicitud. Esperemos que este día nos amplíen los detalles sobre este particular tema.
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