Un cargo por alta traición

Acusado por autoridades de la Tribu Yaqui, el exalcalde de Bácum, Rosario Osuna Zúñiga, recibió en principio un castigo terrible e inhumano

Por: Gerardo Armenta

Un cargo de alta traición debe ser serio en extremo bajo cualquier legislación. Pero en la de carácter indígena (conocida como usos y costumbres) cualquiera pensaría que se pasan de la raya. Veamos un caso reciente que asombra por el inusual rigor de su puesta en práctica y por el modo en que se llevó a cabo, quizá un tanto radicalmente.

Acusado precisamente de alta traición por autoridades de la Tribu Yaqui, el exalcalde de Bácum, Rosario Osuna Zúñiga, recibió en principio un castigo terrible e inhumano en tiempos como los de hoy. Juzgue usted: se le mantuvo amarrado durante 16 horas a un pilar en la llamada Guardia Tradicional de Loma de Bácum bajo el cargo de alta traición. Autoridades yaquis tomaron esta decisión después de presentar una denuncia contra Osuna Zúñiga ante el Ministerio Público.

En otras palabras, aquí se conjuntaron dos formas de hacer justicia: una muy propia de rituales indígenas libres o autónomos y otra correspondiente a una práctica legal que concierne a todos. Por lo demás, sin incurrir en dramatismos que no vienen al caso (o posiblemente sí), el cargo de alta traición suele ser hasta un tanto peliculesco, si bien su vigencia es real y resulta común que en ocasiones se le invoque (aunque no siempre, vale remarcar) con actitudes que tienen que ver con faltas a la vocación o disciplina patrióticas.

Por lo visto, y según la información respectiva, a Osuna Zúñiga se le relaciona con la desaparición de 10 trabajadores de un rancho en el año 2021, además de su presunta coparticipación en tres homicidios cometidos en tiempos distintos. Por eso, las autoridades yaquis solicitaron al Ministerio Público que se le castigue "por los delitos cometidos en contra de su propio pueblo". En calidad de mientras, el gobernador yaqui Fausto Ochoa Rivera dijo que se le pidió a Osuna Zúñiga no acercarse al pueblo Loma de Bácum, porque si es visto de nuevo, "ya no se le va a perdonar y se le va a aplicar la ley de acuerdo con los usos y costumbres de la tribu". Entonces, ¿sobre aviso no hay engaño? Ni más ni menos.

Por otro lado, cabe reconocer que el tema de los parquímetros en Navojoa ha tomado forma un tanto polémica. Es así por la cuestión puesta ya en el ánimo público de que se mantenga o se le quite la concesión al patronato que la ostenta desde que este servicio fue instalado en el centro navojoense. Una opinión al respecto fue contundente en su significado: El programa de parquímetros ha traído más perjuicios que beneficios.

Así lo afirmó Jesús Román Zamorano, dirigente de la organización públicamente conocida como El Poder del Pueblo. Así como la que se comenta, han trascendido otras opiniones ciudadanas de igual talante. Por lo visto, el tema de los parquímetros siempre ha sido un tema polémico, con tendencia a un claro rechazo. Quizá no tanto a esos aparatos como tales, sino al modo en que se h encuadrado su funcionamiento.

Por eso, no puede negarse que es muy probable que un respetable sector de ciudadanía navojoense esté en contra de los parquímetros y de quienes supervisan (quizá hasta un tanto policiacamente) su operación cotidiana. En este sentido, Román Zamorano relató que "los supervisores continúan actuando de manera muy dura contra de los automovilistas que no pagan, a quienes imponen multas y, en otros casos, les colocan las ´arañas´ en las llantas, lo que es un abuso que ya no debemos permitir".

Tal es el tenor de las críticas usuales en contra del funcionamiento de los parquímetros. Al parecer, de nada ha servido que, por ejemplo, el patronato respectivo haya realizado una serie de obras alrededor del Mercado Municipal de Navojoa. El líder de El Poder del Pueblo dijo al respecto que las obras efectuadas han sido pocas y a "cuentagotas",  es decir, especiadas o lentas. Apuntó también que distan mucho de corresponder al monto de los recursos captados durante 15 años, que son los que tienen los parquímetros de estar funcionando en la Perla del Mayo.

Así se advierten las cosas al respecto en relación con este tema. Por lo visto, el tiempo operativo o de concesión otorgado al patronato respectivo recién venció en junio. No se sabe si procede una pertinente renovación o se buscará un nuevo equipo que se encargue de la administración de los parquímetros. El tema no es cualquier cosa, como ya quedó suficientemente en evidencia. Las autoridades municipales tienen la palabra.

armentabalderramagerardo@gmail.com


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