El presidente de Estados Unidos ha tenido tenso y nervioso a todo el mundo, pues esta vez sus decisiones son más radicales; parece que busca venganza
La expresión conocida como "bajo la espada de Damocles" se popularizó conforme el paso del tiempo debido a varias personas que en la historia de la humanidad han utilizado esta expresión que nace hace más de dos mil años en la cultura griega; sin embargo, fue J. F. Kennedy quien en tiempos recientes la volvió viral bajo la afirmación de que, los hombres, mujeres y niños de los años sesenta en la Unión Americana y, prácticamente el mundo entero, se encontraban bajo una amenaza constante y directa a lo largo de los años debido a la guerra nuclear que protagonizaron Estados Unidos y la Unión Soviética en el periodo conocido como Guerra Fría, por lo cual, en la actualidad, cuando se cuenta con un peligro que acecha en la distancia de manera constante y que mantiene bajo el yugo de accionar, o no, se afirma que la espada de Damocles cuelga y se balancea sobre la cabeza de algún individuo, nación u organización que puede ser víctima en cualquier momento del lance de dicha espada.
Como bien sabemos, el nuevo presidente de los Estados Unidos, por segunda ocasión no consecutiva, Donald Trump, ha mantenido al mundo entero en un estado de tensión y nerviosismo por las decisiones planteadas, mismas que, a diferencia de su primer mandato cuentan con la variante de ser mucho más radicales y, sobre todo, con el apoyo del Congreso, la Corte y la popularidad, este nuevo modelo de Trump parece venir con la espada desenvainada buscando cobrar venganza y hacer realidad lo que él llama el sueño "MAGA", es decir, volver grande a América de nuevo, como ellos llaman a Estados Unidos.
En esta dinámica, no son pocos quienes han sufrido las decisiones del presidente norteamericano tales como el de Colombia Gustavo Petro, quien al intentar ponerse al "tú por tú" con el presidente de la nación más poderosa del mundo, terminó por recular en un conflicto migratorio, misma historia con el presidente ucraniano, Vladimir Zelenski, quien acudió al presidente Donald Trump con la intención de que el país de las barras y las estrellas continúe y aumente su apoyo económico y militar para dicho país para sostener la ofensiva que mantiene en contra de Rusia, a lo cual, al llegar a la Casa Blanca vestido de militar y no de traje, fue bruscamente reprendido por el Vicepresidente J.D. Vance, quien prácticamente le cerró la puerta de los Estados Unidos y terminó por correrlo de dicho país.
Debido a lo anterior, países como Canadá y México cuentan con una variante que vuelve más compleja sus relaciones internacionales ya que ser los vecinos del país más poderoso del mundo en tiempos de Trump repercute directamente en la gobernabilidad y economía de dichos países, por ello, al momento en que estas letras se escriben, la presidenta de la República Claudia Sheinbaum sostiene un mitin en el Zócalo de la Ciudad de México en el cual, hasta el momento sus palabras han girado en un entorno soberanista, de orgullo y respeto a la nación y, sobre todo, de templanza al tomar las decisiones, asegurando contar con planes y proyectos para hacer frente a cualquiera de las decisiones que pudiese tomar el país del norte, afirmando que, tras sostener llamadas y encuentros con funcionarios del Gobierno estadounidense los aranceles y demás medidas planteadas recientemente por Trump han sido aplazadas.
Es preciso reconocer que, las capacidades de negociación del Gobierno mexicano se han visto probadas desde la llegada de Donald Trump, manteniendo hasta el momento saldos positivos en la relación bilateral y en los efectos macroeconómicos de dichas decisiones. Sin embargo, con un presidente como Donald Trump, tal como lo afirma en su libro "Art of the deal", la presión y la oscilación entre mano dura y caricias, vuelve realidad la leyenda de la espada de Damocles en tiempos actuales.
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