Las Plumas

Termina un convenio; el fin de un patronato

No se sabe por cuánto tiempo perdurará una situación citadina o vehicular como la descrita

Termina un convenio; el fin de un patronato

Y Navojoa, de momento, se quedó sin parquímetros. O mejor, dicho de otro modo: los parquímetros están en el centro de la ciudad, pero sin funcionar. Esto quiere decir que allí el estacionamiento vehicular es libre y gratuito, como no lo había sido desde hace 15 años (casi una vida).

No se sabe por cuánto tiempo perdurará una situación citadina o vehicular como la descrita. De súbito se resolvió tornar real o práctico el fin del convenio con el denominado Patronato de Parquímetros, al tenor del clásico estribillo clásico que señala algo así como que "colorín colorado, este cuento se ha acabado". Más allá de simples o chocantes alegorías verbales como la que se transcribe, queda en claro que ha llegado a su fin, de una manera seca y cortante, la historia del patronato que asumió por sí y para sí el manejo de los aparatos establecidos en Navojoa para medir el tiempo de estacionamiento vehicular, por lo menos en una parte de la ciudad.

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Al parecer, sin embargo, no ocurrirá lo mismo en la otra vertiente que implica que no se está en presencia de la desaparición de los parquímetros en la Perla del Mayo. Se infiere que seguirán como tales, según una declaración reciente del alcalde Jorge Elías Retes. Cambiará, por lo visto, el modo de su operación administrativa. Se trata de utilizar un proyecto "con más tecnología". El área de Tesorería aplicaría los cobros sin ningún patronato de por medio. Así explicó el plan el alcalde navojoense.

Cabe señalar, por lo visto, que se produjo una pérdida general de confianza en el patronato, lo que provocó que la captación monetaria resultara de más a menos, así como la existencia todavía de una deuda por el costo de la última obra que llevó a cabo. Vale decir que, en prueba de todo lo que se ha dicho y supuesto en relación con este asunto, existe un proceso de entrega-recepción entre el Patronato de Navojoa y el Ayuntamiento de Navojoa. Así pudiera quedar descrita la trama de esta historia.

Pero al parecer existen otros datos. El alcalde Elías Retes hizo una exposición al respecto y dijo que los parquímetros nunca funcionaron en Navojoa como se esperaba. Expuso también que nadie pagaba las multas que se generaban por los estacionamientos indebidos o ilegales. Esta actitud se generó por la "desconfianza" que generó el funcionamiento de estos medidores de tiempo. Reveló que situaciones como las descritas contribuyeron a que no se renovara el contrato existente con el patronato.

En base a todo lo anteriormente señalado, y en función también de otros pormenores que fundamentan la actitud oficial, queda en claro, sin asomo de duda, que el quehacer del Patronato de Parquímetros de Navojoa ha llegado a su fin tras 15 de años de operación, como ha quedado dicho. Convendría, sin embargo, escuchar o saber de sus propias razones en torno a la situación que se comenta, y que es, o debe ser, de primer orden o interés para quienes forman parte de ese organismo, al igual que para la opinión pública.

Polémico tema desde que se concibió su puesta en práctica, el de los parquímetros en Navojoa nunca logró la aceptación total o debida de la población. Por las razones que se quieran esgrimir, el hecho cierto es que su utilización cotidiana siempre estuvo distante del sentir ciudadano. Ni siquiera porque quedó en claro que sus ganancias serían utilizadas para emprender la modernización urbana del centro de la ciudad, modernización que, lo que sea de cada quien, nunca estará de más, hoy como ayer.

Hoy acaso podría generarse otra discusión por el modo bajo el que operarán ahora los parquímetros, es decir, como una instancia urbana que dependerá directamente de alguna dependencia u oficina del Ayuntamiento local. Hasta donde resulta posible inferirlo, la primera de las etapas operativas de este modo de estacionamiento vehicular bajo cuota obligatoria, no funcionó del todo bien en Navojoa, por más que hayan debido transcurrir 15 años para alcanzar buenos resultados.

En cualquiera otra parte, es muy probable que una medida de tiempo así habría tenido que ser útil para perfilar un sistema de parquímetros solvente en todos sentidos, y no, como es el caso del que se habla, que será necesario cambiar o reformar esencialmente su modo de operar. Es decir, quizá prácticamente tener que empezar de nuevo, como parecería ser la intención. ¿Por qué pasan estas cosas en Navojoa? La pregunta tiene sentido. Muy feliz año.

armentabalderramagerardo@gmail.com