Por ahí, en una de sus páginas, leí que a este misionero le sorprendió el tamaño y la corpulencia de los indígenas de estas tierras a pesar de ser en gran parte semidesérticas, y descubrió que en parte esto se debía a que se alimentaban con la harina de péchitas de mezquite, harina altamente nutritiva y fibrosa, que contiene lisina, que se encuentra en otros, granos, así como calcio, manganeso, hierro y zinc, eso sin contar la gran cantidad de fibra que posee y que, a pesar de contener un alto índice de azúcares en su vaina o pericarpio (41 por ciento), los alimentos preparados con la harina de mezquite tienden a estabilizar los niveles de azúcar en la sangre, según estudios recientes de diferentes instituciones, como la Universidad de Sonora, entre otras.
Además, esta semilla contiene un (31 por ciento) de proteínas, lo que la hace una leguminosa muy nutritiva para el ser humano y para el ganado forrajero. Se sabe que para obtener un kilogramo de harina de mezquite se necesita recolectar 2.8 kilogramos de la péchita, harina que también se puede agregar en polvo a la leche de soya o de vaca, y le aportará bastantes proteínas y minerales.
Por lo que, si a lo anterior le agregamos las demás bondades que este árbol aporta, como bien lo menciona nuestro colega y director Francisco González Bolón, en la edición del Diario del Yaqui del día 13 de julio del presente, en su Antesala, "¿Cuánto sabemos del mezquite?, o lo que dice nuestro amigo el periodista, Juan Carlos Zúñiga, quien asegura que el mezquite, Prosopis glandulosa, por su nombre científico, es el árbol idóneo para reforestar nuestro Estado, además de que el trigo harinero ya no está siendo tan buen negocio para los agricultores locales, y, que además requiere de mucha agua y apoyos económicos que el actual gobierno no quiere seguir aportando para agricultores con más de 20 hectáreas, y que su madera es dura y resistente, ideal para construir muebles y pisos, y que sirve como excelente leña por su duración y aroma que agrega a las carnes asadas que tanto nos gustan por acá, y que se puede alimentar el ganado, y que ayuda como flora para la explotación apícola, para la extracción de gomas emulsificantes para la industria alimenticia e industrial, que agrega longevidad a la existencia humana, que dan sombra, que no requieren de mucha agua, que oxigenan el ambiente, atraen a los pájaros y que lucen preciosos, pues, caray, vamos llenando Sonora de mezquites y aprovechemos sus bondades, que, la verdad, solo vendrán a sulivellar estás tierras queridas que tanto lo necesitan.
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