Regidor acosador

Por: Eduardo Sánchez

Mientras el gobierno de Sergio Pablo Mariscal Alvarado carezca de la sensibilidad para poner en operación un Protocolo contra el hostigamiento laboral y acoso sexual, los casos de esta naturaleza seguirán presentándose con toda la impunidad del mundo durante el actual gobierno.

Ya el Presidente Municipal conoce, de viva voz de las afectadas, el actuar de un regidor morenista que ha incurrido en esos actos deshonestos, pero las mismas muchachas consideraron que con el llamado de atención al edil fue suficiente y no quisieron ir más allá, hacia una demanda penal.

Pero si con un regaño, Mariscal Alvarado siente que ya solucionó el tema, está bastante equivocado. Son varios los casos que requieren la atención y, sobre todo, el castigo necesario para evitar que los acosadores se paseen impunemente por los pasillos del Palacio Municipal, sea o no regidor.

Hasta el momento no se sabe por qué la Comisión de la Mujer en el Cabildo, encabezada por Alma Aurora Preciado Bracamontes, no ha querido solicitarle al Secretario del Ayuntamiento, Juan Saúl Benítez Maldonado, que incluya en la orden del día de una Sesión de Cabildo el tema del protocolo que desde hace algunos meses está listo para debatirse.

Si a eso se le suma que en los archivos del Instituto Municipal de la Mujer se han quedado varias denuncias de mujeres, sobre todo por acoso laboral, entonces se da por hecho que el gobierno morenista no tiene intenciones de defender a este gremio más allá del discurso del 8 de marzo.

Se sabe, en cambio, que Oficialía Mayor ha sido la instancia que mayor interés ha puesto en el tema, pero cuando se llega a otras dependencias, los expedientes se acumulan y nadie actúa a favor de las mujeres.

No es nuevo el acoso sexual o laboral en el Ayuntamiento de Cajeme. Se sabe, por ejemplo, que en la anterior administración una dama que quiso ingresar a Bomberos fue bombardeada con hostigamientos para hacerle valer el examen que de hecho ya había conquistado por méritos propios.

Y fue tal el asedio que la jovencita prefirió irse de la ciudad en tanto que en las instancias donde el asunto se ventiló, la conclusión fue que las partes “llegaron a un acuerdo favorable para ambas”.

Como si con “arreglos” de esa naturaleza los acosadores sexuales o laborales desaparecieran como por arte de magia.

Es tiempo ya de que la administración municipal, que dice provenir de un partido político que busca hacer las cosas diferentes en Cajeme y el país, tome al toro por los cuernos y se encamine a aprobar el protocolo contra los acosos, a las mujeres sobre todo.

Ya basta de escudarse en que son dos o tres regidores los que quieren ponerle zancadillas a la administración.

Las fallas del gobierno municipal provienen, no de dos o tres regidores, sino de la cabeza misma que no ha querido entender la importancia de gobernar al lado del pueblo y para el pueblo, no para los intereses de su pasado priista.

Y si no se actúa hoy contra los acosadores de este gobierno, mañana la sociedad se lo habrá de reclamar en las urnas.

De por sí ya se da por hecho que Mariscal Alvarado es de los alcaldes menos queridos del país, con mayor razón si se empeña en mantener los anticuerpos que tanto daño le han hecho desde su ascenso al gobierno.

O cambia hoy o su sepultura política está lista para ser usada justo el día de las elecciones de 2021. Y ya no falta mucho.
Comentarios: francisco@diariodelyaqui.mx

DEJA UNA RESPUESTA

Noticias Recientes