Presidentes municipales de Navojoa

Parte XXXVI

Rafael José Almada Corbalá nació el 1 de enero de 1903 en Álamos, Sonora. En Navojoa se le conoció más como Rafael J. Almada y hoy en día un bulevar lleva su nombre (prolongación de la calle Talamante, salida a Huatabampo).


Dr. Felipe Gutiérrez Millán

Su padre, Alfredo Almada, fue presidente municipal de Álamos en varias ocasiones y don Rafael siguió sus pasos al ser electo para presidir el Ayuntamiento de Navojoa por el periodo 1958-1961 con un total de 2,655 votos.



Sus Regidores fueron: el Dr. José María Güereña Murillo y los CC. Fernando Aguilar Monteverde, Antonio Tellechea Gil, Jesús Siqueiros Siqueiros, Genaro Galindo Pizano y, Francisco Olivas Félix. Como Secretario y Tesorero del Ayuntamiento nombró a Manuel Ferrá Martínez y Eduardo L. Villa, respectivamente.



Apenas iniciaba su administración y, en enero de 1959, sucedió una gran inundación en estas tierras por la creciente del Río Mayo que se vio desbordado debido a las lluvias que se presentaron durante varios días en forma abundante y continua. La respuesta de don Rafael ante la desgracia de sus habitantes fue decisiva y contó con la presencia del Gobernador Álvaro Obregón Tapia quien lo acompañó por diversas comunidades afectadas para repartir alimentos y cobertores.



El sello de esta administración fue la honestidad, transparencia y eficiencia en el manejo de los recursos públicos a tal grado que ediles de otros Estados se comunicaban con él para averiguar qué estrategias estaba implementando para incrementar los ingresos municipales. Su respuesta siempre fue: es muy sencillo, consta de tres pasos, primero, actualizar el padrón de causantes municipales; segundo, "mecanizar o automatizar" la información de cobros de derechos y contribuciones municipales para mejorar el control (esto generó que todos los días, afuera de Palacio, se publicaran en un tablero los movimientos diarios de ingresos y egresos) y; tercero, contar con un Tesorero honrado.



Indudablemente, el C. Eduardo L. Villa mostró un alto grado de honestidad y eficiencia como Tesorero Municipal porque lo encontramos años después repitiendo en el cargo en las administraciones del C. Luis Salido Quirós (1967-1970) y del Dr. Julio Martínez Bracamontes (1970-1973).



A Rafael J. Almada le tocó concluir los trabajos de la Cárcel Municipal, iniciados en la anterior administración. Además, realizó la adquisición de las primeras patrullas policíacas y un vehículo tipo jeep que se utilizaría con fines de investigación de delitos. También, mejoró el servicio de limpieza de la ciudad y el riego con las famosas "pipas" que recorrían las polvorientas calles de Navojoa.



La pulcritud en el manejo de los recursos y las medidas de higiene en las instalaciones de la Cárcel Municipal fueron otros de los rasgos distintivos de este periodo. El Presidente tuvo a bien comisionar para el manejo del comedor a la C. Hermila Valdez quien era Auxiliar Diocesana del Padre Jesús De Alba en la Iglesia del Sagrado Corazón. Se cuenta la anécdota de que, algunos personajes populares "se portaban mal" a propósito el fin de semana para que los detuvieran y poder disfrutar de las delicias de los platillos que ahí se servían, incluyendo un opíparo desayuno el lunes por la mañana.



Algo insólito, durante el periodo de gobierno de Rafael J. Almada, se llevó a cabo la construcción de cuatro escuelas con recursos municipales, en las comunidades de Camoa, Tesia, Masiaca y Las Bocas. Aún se puede observar en algunas de ellas las placas alusivas a este hecho.



En ese tiempo, apenas iniciaba el programa del CAPFCE y su momento clave fue durante el gobierno de Adolfo López Mateos. El Arq. Pedro Ramírez Vázquez era el Director y entonces se concibió el "Aula Rural Prefabricada". Precisamente, este Presidente de México, al visitar Navojoa en 1961 para inaugurar la Escuela Primaria de Tetanchopo se llevó una agradable sorpresa por el recibimiento multitudinario que se le organizó en esta ciudad. Después, continuaría su gira a Álamos para hacer el corte de listón de la carretera que une estas dos ciudades.



Por último, cabe mencionar que, don Rafael se casó con la Sra. Lydia Bay Montenegro y procrearon a Alfredo, Samuel, Lydia, Rafael José e Ignacio Lorenzo. Falleció en esta ciudad el 30 de diciembre de 1984 a la edad de 81 años. No cabe duda que don Rafael J. Almada fue un líder que se distinguió por su probidad y bonhomía.