PESOS Y CONTRAPESOS
En todo sistema democrático moderno...
En todo sistema democrático moderno y saludable la confrontación de ideas y el equilibrio en la ostentación del poder, son una garantía para un correcto ejercicio de gobierno, toda vez que, la concentración del poder en una sola corriente de ideas.
conlleva, en la mayoría de los casos, a una ejecución arbitraria del mismo. En México, contamos con un sinfín de ejemplos en los que la concentración del poder en una sola fuente ha conllevado a excesos en los que los más afectados siempre son los ciudadanos, quienes sufren las consecuencias de las malas decisiones que esto conlleva; como por ejemplo problemas inflacionarios o inseguridad, mismos que en la actualidad están a la orden del día. Hace poco más de tres años, los mexicanos brindaron su confianza casi de manera total al proyecto que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, brindándole a Morena la mayoría en la Cámara de Diputados, así como en el Senado.
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De la misma manera, en Sonora durante los pasados comicios la ciudadanía depositó su confianza en el proyecto que encabeza el hoy gobernador, Alfonso Durazo, en los diputados de Morena, y en la mayoría de los ayuntamientos. Lo anterior, representa sin duda alguna un arma de dos filos para el partido en el poder, ya que, por una parte significa una ventana de oportunidad para Morena y sus agremiados, debido a que cuentan prácticamente con el poder total en los tres niveles de gobierno y en el poder legislativo, aunado al número de votos obtenido, lo que les brinda legitimidad para la toma de decisiones, que en pocas palabras significa una oportunidad de oro para este partido para ejercer el poder, tomar decisiones y demostrarle a los sonorenses que la confianza que depositaron en ellos sirvió para tener una mejor calidad de vida y dar respuesta concreta a las demandas más sensibles que aquejan a la entidad, comenzando por el tema de la inseguridad.
Empero, no todo es miel sobre hojuelas para el partido en el poder; contar con una mayoría que les permita tomar decisiones con holgura, en muchas ocasiones también significa para un puñado de servidores nocivos, una coyuntura que les permite abusar de sus cargos y tomar decisiones arbitrarias en detrimento de los ciudadanos, es por lo que, ante este tipo de situaciones, los entes de poder que se encuentran en la oposición juegan un papel crucial para el correcto funcionamiento del gobierno. La oposición de manera tradicional recae en los diputados o alcaldes de partidos diferentes al que se encuentra en el poder y que, ya sea de elección popular, o de representación proporcional, hayan podido acceder a su cargo. De igual forma, en la actualidad ha ido tomando fuerza la idea de tener una oposición que radique desde organizaciones de la sociedad civil las cuales se pueden encontrar en medios de comunicación, organismos empresariales, asociaciones vecinales, y ahora desde las redes sociales donde cualquier ciudadano puede emitir opiniones y posicionamientos referentes al actuar político de su comunidad. A punto de finalizar este 2021, el gobierno que encabeza Morena en Sonora se encuentra pasando por la recta final de la famosa “luna de miel” que no significa otra cosa más que un bono de inicio que se brinda de manera tácita a los gobiernos entrantes en el que prácticamente todo lo que sucede para mal sigue siendo culpa de los predecesores.
Durante el año entrante y con la renovación de las dirigencias estatales de los principales partidos políticos en la entidad: PAN, PRI y Movimiento Ciudadano, esperemos verlos mucho más activos señalando los errores u omisiones del partido en el poder, así como también respaldando las iniciativas que sean en beneficio de los sonorenses.
Hasta el momento estos partidos nos han quedado a deber. La cereza en el pastel de este sistema democrático ideal vendría a ponerlo la oposición que surja de la sociedad civil, quienes, de atreverse a alzar la voz, jugarán un rol primordial en la política estatal.
borbonmanuel@gmail.com