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Las Plumas

PERSPECTIVA

Tras 19 meses de permanecer cerrada por la pandemia...


Tras 19 meses de permanecer cerrada por la pandemia, este lunes al fin se reabrió el cruce terrestre fronterizo para viajes no esenciales entre México y Estados Unidos, lo que constituye otro paso másd e regreso a la normalidad.

Hay quienes advierten que con esta reapertura millones de mexicanos saturaran las puertas fronterizas en los próximos días y el comercio nacional se verá afectado por los consumidores que realicen sus compras de fin de año al otro lado de la línea divisoria.

Aunque es lógico que se presentará un repunte en los cruces legales de mexicanos hacia los Estados Unidos, esto no significa que necesariamente regresen los niveles de presencia que habían antes de la pan­demia, ni tampoco el comercio nacional tendría que estar condenado a presentar una caída en sus ventas. Existen varios puntos que lo explican.

De acuerdo con datos del Departamento de Transporte de los Estados Unidos, en 2020 se registraron 157.3 millones de cruces de peatones, camiones de pasa­jeros y vehículos particulares de México hacia ese país. Esta cifra representó una caída de 40% respecto a los 261.5 mil­lones de cruces contabilizados en 2019.

Es importante recordar que aunque la frontera estuvo cerrada para viajes no esenciales, permaneció abierta para el cruce de residentes, trabajadores transfronterizos, personas que estudian en los Estados Unidos y ciudadanos que requieren recibir atención médica en ese país. Por lo tanto, sí hubo un flujo de mexicanos que podían cruzar la frontera.

Un punto relevante, poco registrado es que los referidos 261.5 millones de cruces de 2019, están muy por debajo de los 326.9 millones contabilizados en 2005 y de los 382.9 millones de cruces del año 2000.

Esto significa que en los últimos 20 años los cruces de mexicanos hacia los Estados Unidos disminuyeron un 32%, sin considerar el efecto de la pandemia. Sumando el cierre por el COVID-19, se han desplomado en 60%.

Por otra parte, no todos los mexicanos estarán en posibilidades de viajar en automático a los Estados Unidos, debido a los siguientes factores:

1. Más de 20 millones de mexicanos fueron inmunizados con las vacunas Sputnik y CanSino, sobre todo trabajadores de la edu­cación y la salud, las cuales no son aceptadas por Estados Unidos para permitir el ingreso de las personas que han recibido estas dosis.

2. Otros miles más de personas han presentado problemas para obtener sus certificados de vacunación, los cuales serán indispensables para cruzar la frontera, mientras que varios casos más han tenido serios retrasos para tramitar su pasaporte o renovar su visa.

Además, quienes quieran solicitar visa por primera ocasión, deberán esperar hasta 2022 ó 2023, a decir de las embajadas y consulados americanos.

3. La economía, aunque se ha recuperado este año, aún se encuen­tra por debajo de los niveles prepandemia y, sumado a esto, en los últimos meses el tipo de cambio ha subido en casi un peso, lo que podría hacer menos atractivo el viaje de muchos mexicanos para realizar sus compras decembrinas en los Estados Unidos.

Tomando en cuenta estos aspectos, y si el comercio local aprovecha el “Buen Fin” lanzando verdaderas ofertas que convenzan a los consumidores de hacer sus compras en pesos mexicanos, en lugar de gastar en dólares americanos en gasolina, comidas, tiendas y hoteles, entonces no tendría por qué presentarse una caída en las ventas del comercio nacional.

El consumidor es inteligente y donde le ofrezcan productos de calidad, a buen precio y le respeten garantías, justo ahí es donde realizará sus compras.

Por otra parte, reabrir los cruces y el comercio fronterizo no debe ser visto como una amenaza, al contrario, gracias a esto bajan los costos de los productos para los consumidores, se amplía la dis­ponibilidad de bienes y se incrementan los empleos en ambos lados de la frontera.

En resumen: todos ganamos.

Twitter: @gomezreyna