Navojoa y el agua
Canal de Las Pilas
El problema del agua en Navojoa se ha convertido en el punto más flaco del quehacer de las últimas administraciones municipales. Este al que se alude debe ser un problema del tamaño del mundo, porque es hora de que todavía no le encuentran una cabal o definitiva solución. Puede ser por esto o por aquello. O lo que se guste y mande. Pero lo cierto es que no se ha podido formalizar el suministro del llamado vital líquido.
Como bien le consta a la ciudadanía, cada cierto tiempo aflora el problema. Pero vale insistir: éste no es de hoy ni de ayer, sino que se ubica en un tiempo más o menos distante. Cabría suponer, quién sabe, que el crecimiento citadino ha terminado por complicar el asunto. O bien podría ser igualmente que el costo técnico de su reparación definitiva, supera con mucho las posibilidades financieras de que se dispone para enfrentarlo.
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Quién sabe. A la hora de la hora, quienes deben hacerlo sólo explican la causa que en lo inmediato provocó la suspensión del servicio del agua. Por fortuna, y eso hay que reconocerlo, los trabajadores o técnicos municipales invariablemente suelen poner siempre las cosas en orden. Hasta que es preciso que una vez más repitan ese mecanismo.
Como queda dicho, este no es un problema nuevo en un lugar como Navojoa. Debe ser propio y hasta recomendable reconocer la complejidad del problema. Sin embargo, no es posible evitar que surjan las críticas cuando el problema hace sentir sus manifestaciones, es decir, cuando la población, o uno o varios sectores citadinos, quedan momentáneamente sin formas de acceder al servicio respectivo.
Repítase que esta evidencia es una especie de "tradición" un tanto distintiva de Navojoa porque se repite cada cierto tiempo. Obviamente las suspensiones o cortes de agua no son del agrado de nadie. Esta actitud se explica por sí sola no únicamente en Navojoa. El agua es un servicio de primer orden, sin el que la rutina existencial queda expuesta a toda clase de contratiempos que obviamente tienen que ver hasta con la misma salud personal o colectiva.
De allí la importancia de que las autoridades no quiten el dedo del renglón en la pertinente tarea de arreglar el problema de primer orden al que se alude. Insístase en que la solución no depende de un acto de magia o prestidigitación de las autoridades municipales. Pero bien se recibirá públicamente que se haga lo que se tenga que hacer para finiquitar este ingente o serio problema del agua en Navojoa.
Sin salirnos del ámbito de la también llamada "Perla del Mayo", conviene igualmente detenerse en informaciones recientes que tienen que ver con el llamado Canal Las Pilas. Históricamente un lugar como Navojoa no pude ser entendido sin este canal que prácticamente divide en dos la geografía citadina.
Por igual, tampoco puede ignorarse que en estos días se han generado alertas sobre la necesidad de no perder de vista las características del Canal Las Pilas, características que, por lo menos durante los próximos tres meses, le harán registrar un mayor volumen de agua, con los riesgos que eso implica para el movimiento citadino o personal que se genera a su alrededor. En esta perspectiva no debe que la de hoy es temporada agrícola. Esta circunstancia es la que explica que el canal lleve una mayor cantidad de agua.
La opinión pública conoce los registros fatales que históricamente existen en relación con el Canal Las Pilas al paso del tiempo. Al respecto existe una cuenta lamentable de accidentes mortales o fatales que han tenido lugar en esa parte de la ciudad. La estadística disponible a la mano resulta lamentable en extremo. Véase: en los últimos cinco años en el Canal Las Pilas se han generado más de 50 muertos. En el último mes se ocurrieron allí dos fallecimientos.
Los datos anteriores fueron proporcionados por Jesús Edmundo Valdez Reyes, titular de la Unidad Municipal de Protección Civil. Se trata de pormenores dramáticamente cuantiosos y en extremo lamentables. Los mortales episodios han sido causados por el exceso de velocidad y el consumo de alcohol, además de que el Canal Las Pilas carece en casi toda su extensión de vallas de contención. De allí la importancia, obligación o necesidad de que se tomen todas las precauciones necesarias al transitar vehicular o peatonalmente por esa parte de la ciudad. Nada debe costar atender estas recomendaciones de las autoridades, las que tienen consigo todo el sentido común que sea dable invocar.
armentabalderramagerardo@gmail.com