Navojoa truculenta

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Sin embargo, para bien de nuestros dos o tres lectores, se presentan a diario algunas noticias que llegan aún a despertar el asombro.
Y aunque a veces no quisiera creer uno lo que está viendo u oyendo, son cosas que suelen pasar y nos permiten visualizar que cada día hay realidades que mejoran o empeoran con el correr de las horas.
Por ejemplo, uno pensaría que con el arribo al poder de los militantes de Morena, el país iba a tomar un rumbo distinto, para bien, pero está comprobado que las inercias neoliberales se mantienen a pesar de los discursos de transformación que cotidianamente nos regalan desde el poder.
Ahí está el caso del organismo operador del agua en Navojoa. Con extrañeza vemos señalamientos en los cuales la deshonestidad de la primera autoridad sale a relucir y aunque ya han tratado de desmentir el tema no solamente de que los hijos de la alcaldesa recibían sueldos de la paramunicipal, sin trabajar ahí por supuesto, sino de la falta de cloración del agua para los ciudadanos, la verdad es que ya la población no cree en los políticos.
La Presidenta Municipal, Rosario Quintero Borbón, se ha distinguido por salir pronto a hablar de los temas en los que la involucran, pero en esta ocasión, como luego afirman, “ni pío” ha dicho.
Sería bueno que con documentos en la mano demostrara si lo de que la acusan es falso o bien que se ha llevado al organismo operador a tal grado de inoperancia que hoy está a punto de ser declarado en bancarrota, con deudas por todos lados e incapacidad para responder a la población.
Algunos se preguntan por qué han desaparecido los “críticos” de las acciones en Oomapas, sobre todo desde el área sindical, y la respuesta que algunos navojoenses han dado es que la señora Presidenta tiene la mano muy pesada.
Señalan que se ha llegado al extremo de que los dirigentes sindicales han sido “conminados”, a base de golpes y torturas, a guardar silencio y, en otros casos, a ser amenazados con armas de fuego en sus propias casas y delante de sus familiares. Al estilo de los mafiosos, pues.
Si no se han presentado demandas penales sobre el tema o si bien no han avanzado querellas en las esferas judiciales, es de esperarse que la impunidad con que las autoridades municipales estarían actuando tiene raíces profundas y no solamente en territorio municipal.
Obviamente uno quisiera que esas acusaciones no fueran ciertas porque, se supone, las autoridades están para defender y no para reprimir a los ciudadanos.
Pero no podemos emitir un juicio definitivo sino hasta que cada una de esas versiones sean analizadas, comprobadas o desmentidas, pero nunca sepultadas.
Las autoridades de Navojoa tienen hoy la gran oportunidad de demostrar su conducta a favor de todos los ciudadanos y no solamente de un grupo político pequeño.
Todos los habitantes de la Perla del Mayo que votaron por la transformación de las acciones deshonestas desde el poder, esperan que el actuar municipal sea congruente.
De lo contrario, un juicio político sería lo menos que podría esperarse para quienes, al amparo de sus puestos públicos, una cosa dicen en público y otra la que ejecutan en privado.
Comentarios: francisco@diariodelyaqui.mx