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Las Plumas

Morena busca epitafio

Morena busca epitafio

El de Morena será un paso efímero, de apenas tres años, en el Gobierno Municipal de Cajeme.

El ex alcalde Javier Lamarque Cano acaba de ser nominado candidato de los guindas a la alcaldía cajemense, supuestamente en función de unas encuestas que nunca nadie ha visto.

Pero que el también ex diputado federal sea el “abanderado” morenista no es garantía de triunfo.

Como tampoco lo son otros nominados en los municipios donde este partido actualmente gobierna en Sonora, pues ya se sabe que la eficiencia y la pulcritud no siempre acompañaron en estos tres años a las actuales autoridades.

Según los que saben de preferencias electorales en función de encuestas serias, Lamarque Cano arrancará campaña con al menos 20 puntos de diferencia con el candidato puntero y para alcanzarlo la verdad que habrá de derrochar una gran energía para ver si llega a una distancia menor.

Por qué el empeño de Lamarque Cano en querer ser de nuevo candidato a Presidente Municipal de Cajeme, no se sabe.

Lo que sí debe tener claro es que no son las mismas condiciones de 1997 cuando obtuvo el triunfo junto con otros perredistas y Sonora se vistió de amarillo.

Por principio de cuentas, algunos de los políticos de derecha, como él los llama, que en ese entonces le ayudaron a ganar, hoy tienen sus propios afanes electorales y, en consecuencia, habrán de apostarle mejor a la familia que a un político “de izquierda” que si bien actuó medianamente bien en la alcaldía, en otros cargos desempeñados se ha olvidado de apoyar a ese sector pudiente que alguna vez lo encumbró.

Otros políticos por los cuales Lamarque Cano obtuvo la victoria de 1997 siguen en el medio pero va a ser difícil que lo respalden como entonces porque la llamada 4T se ha encargado de golpearlos con tal de obtener unos puntos en las preferencias electorales.

Confía quizá el abanderado morenista en la fortaleza de la marca Morena, pero habría que decirle que eso no lo es todo, pues el color de su partido se fue desdibujando en los últimos tres años en virtud de la inadecuada administración municipal, primero, y el alejamiento como legislador ante los problemas sociales más importantes de Cajeme, para el cual desde la Cámara de Diputados no gestionó recursos suficientes para resolverlos, se convierten en un lastre que amenaza con hundir prematuramente su barco rumbo a la alcaldía.

Digámoslo claro: las aspiraciones de Lamarque Cano cortaron de golpe los sueños de otros grupos al interior de Morena que, con toda seguridad, habrán de darle la espalda a pesar de que firmaron un pacto de civilidad para apoyarse, fuera el que fuese el resultado del sondeo.

Pero como les jugaron el dedo en la boca con aquello de que se harían encuestas, lógico es pensar que la fracturas morenistas se dejarán sentir en el proceso electoral pues saben bien que el equipo de Lamarque Cano es de aquellos que juegan a ganar pero para unos cuantos y si es para el círculo familiar, mejor.

A estas alturas nadie puede dar por hecho la repetición del triunfo de Morena en Cajeme. Como quien dice, la derrota está anunciada y en el camino quedarán muchos esqueletos que alguna vez soñaron con eso que llaman Cuarta Transformación.

Si con la imposición de un candidato esperan que haya un milagro, desde ahora habrá que escribir el epitafio para un partido que quiso ser pero no pudo.

Comentarios: francisco@diariodelyaqui.mx