Monreal pinta su raya

Aunque quizá sea solamente una estrategia para atraer reflectores y conquistar simpatías rumbo a 2024, el senador Ricardo Monreal Ávila mostró este miércoles un discurso en el que hace ver que con algunas de las propuestas de reforma electoral, el llamado Plan B, “se vulnera la Constitución”.

“Afirmo que algunas de las normas que pudieran aprobarse pueden alejarse de los principios constitucionales. Soy legislador y es un honor y privilegio; soy académico y asumo con integridad lo que enseño en las aulas y soy político, servidor público, el que corre riesgos y asume compromisos con la sociedad”, expuso.

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Claro, se curó en salud al señalar que su postura no es demagógica sino un “ejercicio de auténtica preocupación por nuestra democracia”.

Y a nadie debe extrañar, sostuvo, que se asuma con integridad los actos muy personales, como el de pararse frente a la tribuna más alta del país a exponer sus consideraciones en torno a este tema que ha puesto de cabeza al país.

“No soy ingenuo y sé a lo que me enfrento. Lo único que quiero es que se respete la Constitución”, arremetió.

“Es un asunto que me mueve a asumirlo con toda integridad, y responsabilidad, incluyendo los desenlaces, las consecuencias, de lo que ello resulte. Así ha sido mi vida pública y política, nunca ha sido fácil para mí tomar decisiones”, destacó.

Y es que, si cada mexicano se pusiera en su lugar de forma honesta y congruente, nadie debe tolerar que la Carta Magna sea ignorada o burlada.

Hay quienes le atribuyen a Monreal Ávila las siguientes palabras: “Soy un hombre que enseña derecho. Soy idealista, no un pragmático feroz. La ley es el alma de la sociedad; sin ella, el caos y la anarquía imperarían”.

En un documento, el legislador estructura su análisis jurídico en tres partes:

I.          21 aspectos de inconstitucionalidad del proyecto de decreto en el texto del dictamen de las Comisiones Unidas.

II.         Las inconsistencias, contradicciones y problemas de técnica legislativa sustantivas que presenta el proyecto propuesto en el dictamen que lo hacen inviable en sus términos.

III.        Mi postura sobre la inconstitucionalidad del proceso legislativo seguido ante la Cámara de Diputados, que tendría como consecuencia directa que se invalide por extensión lo que hoy se apruebe en el Senado de la República.

La reforma electoral que desde anoche se discute en el Senado plantea modificaciones a las leyes General de Instituciones y Procedimientos Electorales; General de Partidos Políticos; General de Comunicación; General de Responsabilidades administrativas, y Orgánica del Poder Judicial de la Federación y expide una nueva Ley General de los Medios de Impugnación en Materia Electoral.

Se teme que se trate del desmantelamiento del INE como tal, pues siempre ha estado en la mirada del Gobierno federal a través de su brazo político, el partido Morena.

Como los alegatos de Monreal Ávila provienen de alguien que busca congraciarse con la sociedad en la conquista de la Presidencia de la República, quizá haya quienes puedan alegar que se puso ya de acuerdo con los que están en el poder para hacerlo crecer en virtud de que las actuales “corcholatas” la verdad no entran al ánimo popular y solo los morenistas les aplauden porque es la obligación impuesta.

Ya veremos en qué queda la discusión entre los senadores para saber quién o quiénes están del lado de México y quiénes solamente ven al corto plazo de 2024.

Aquí ya no caben las posturas ambiguas ni las indefiniciones. Estás a favor o en contra de tu país. Así de fácil.