Los mayos y grupos de poder
Derechos Humanos en el sur
El Municipio de Cajeme también tiene en su ámbito territorial dos casetas de peaje o cobro carretero. Igual que en Navojoa. En ambos y cercanísimos lugares sureños terminó por aceptarse casi con entera normalidad la instalación de las casetas a que se alude. Por lo menos hoy es así. Aunque debe reconocerse que originalmente su ubicación sí despertó una explicable inconformidad ciudadana.
En Navojoa el tema de las casetas de cobro terminó por asumirse con indiferente normalidad al evidente paso de los años. La verdad es que poco o nada pudo lograrse en contra de su instalación, o por lo menos en favor de la quita de una. En Cajeme, sin que exista al respecto ninguna formalidad, suele aludirse a la quita de la caseta de Esperanza. Este hecho sería muy positivo, según juzgó Esteban Brajcich, vicepresidente de Turismo de la Canaco de Ciudad Obregón.
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Expuso que una decisión de esa naturaleza ayudaría a reactivar sectores como el restaurantero y el hotelero, los que actualmente se encuentran deprimidos. Señaló también que, si el Gobierno Federal accediera a desaparecer esa caseta de cobro, sería un atractivo para el Municipio de Cajeme, "pues, si ya no tienen que pagar por cruzar, los viajeros que van de paso podrían animarse a llegar a Ciudad Obregón". Dijo que aquí podrían desayunar, comer o cenar, o bien pernoctar en hoteles de la ciudad.
Las ventajas de quitar una de las casetas de cobro se explican por sí solas. De eso no hay duda. El único problema es que las autoridades respectivas acepten suscribir esa decisión. Tampoco hay duda de que nunca lo harán. En Navojoa sucedió lo mismo. Jamás quitaron una de las dos casetas de peaje existentes en el municipio. En Capufe sólo atienden sus propias razones y conveniencia. Y así no se puede.
Mientras tanto, convendría atender la siguiente pregunta: ¿sabe usted lo que son los grupos de poder político? Uno no se considera muy ilustrado sobre el tema. Pero eso no impide prestar atención a una nota periodística que señala que precisamente grupos de poder político pisotean el respeto a las autoridades tradicionales, autonomía de los pueblos y comunidades indígenas. El problema es que todo este terrible quehacer frena el llamado Plan de Justicia. En principio, cabe reconocer que de suyo la problemática indígena tradicional nunca ha podido ser resuelta del todo. Y menos será fácil enfrentarla si ahora hay que considerar la perniciosa acción de grupos de poder insertos en la misma comunidad indígena.
Ramón Wilfredo Armenta Gastélum, asesor del gobernador de los Ocho Pueblos Mayos, Feliciano Jocobi Moroyoqui, habló de una intromisión indebida en la etnia y pidió que se acabe la intervención de los grupos de poder. Una prueba de todo esto es la querella que se está dando por la regiduría indígena de Huatabampo. Según Armenta Gastélum, eso se debe "al fuerte divisionismo que impera en la Nación Yoreme". Ratifica: "Y sí, es cierto, hay mucha división, pero ésta es provocada o sembrada por esos grupos de poder".
Cabe suponer, entonces, que tales grupos de poder son los que de alguna manera mandan o influyen decisivamente en el quehacer de la Etnia Mayo. Los grupos de poder no son benéficos en ningún lado. Existen mucho más allá de los linderos indígenas. Y en todas partes donde los hay las cosas no marchan necesariamente bien. Es lamentable que también los tengan entre los mayos.
Igualmente vale tomar en cuenta lo siguiente: la Comisión Estatal de Derechos Humanos reveló que a lo largo de este año ha recibido un total de 73 quejas originadas en la región del Mayo. Navojoa obtuvo (por decirlo así) el primer lugar en esta clasificación con 43 denuncias hechas llegar a la CNDH. Le siguió Huatabampo con 21 de esa clase de señalamientos.
El tenor de las denuncias de que se habla es más o menos variado. Pero en el particular caso de Navojoa llaman la atención las que aluden a reconocidas instituciones educativas. No podían faltar las dirigidas contra el quehacer de la Policía y el servicio de agua potable, el cual, a pesar de lo que se quiera decir a su favor, sigue evidenciado fallas notables. Es bueno e interesante que se tome en cuenta el quehacer de un organismo dedicado a la defensa de los derechos humanos. Y resulta todavía más en términos sociales si la población plantea las denuncias que correspondan. Como tendría que ser siempre.
armentabalderramagerardo@gmail.com