Las Plumas

Los difuntos de noviembre

Quizá una de las personas de más relevancia inhumadas en ese panteón, fue el Machi López, asesinado en esa administración

Los difuntos de noviembre

El culto a los muertos en nuestra ciudad a lo largo de su existencia y en los diferentes panteones con que se cuenta, se sigue la práctica de honrarlos y recordarlos de diferentes maneras.

Hasta antes de la administración de don Rodolfo Elías Calles, en  la ciudad solo existía un Panteón, Panteón Guadalupe, en donde hasta la fecha, después de más de cien años de existencia aún se sepultan en el.

Quizá una de las personas de más relevancia inhumadas en ese panteón, fue el Machi López, asesinado en esa administración, otros de los exalcaldes que se encuentran sepultados en el son el alcalde electo José Moreno Almada, quien no logró tomar posesión, pues fue asesinado 13 días antes de que asumiera el cargo y Joaquín R. Ybarra, segundo alcalde.

El culto a los muertos, se llevaban acabo como en la actualidad, en medio de rezos, colocación de flores, velas, etc.

Sin embargo, se cuenta que poco antes de la administración de don Rodolfo Elías Calles, es decir durante la década de los cuarenta, la estabilidad política y social tanto de Ciudad Obregón como del municipio se vio bastante relajada, teniendo su punto álgido durante la administración del General Miguel Guerrero Verduzco.

Según se cuenta, el relajamiento también alcanzó a las prácticas religiosas que se llevaban a cabo en la fecha del primero y dos de noviembre, cuando mientras cientos de personas se dedicaban con fervor a recordar a sus muertos,  dedicándoles  diferentes tipos de rezos, otros por lo contrario se dedicaban al libertinaje,

Fue común que los anteriores gobiernos municipales, días previos a la celebración del Día de los Fieles Difuntos, otorgaran permisos para que en el panteón se instalaran expendios de bebidas alcohólicas, cantinas, salones de baile e improvisados burdeles que se establecían con mujeres de la zona de tolerancia.

Al llegar a la presidencia municipal don Ángel López Gutiérrez, prohibió estas prácticas y sólo autorizó la instalación de puestos que vendieran flores, velas, veladoras y toda clase de artículos religiosos

Casi a finales de la administración de Elías Calles, al oriente de la hoy llamada Colonia Benito Juárez por el camino de la prolongación de la calle 200, se instala un nuevo panteón.

En posteriores administraciones, la práctica llevada a cabo en el panteón Guadalupe también se empezó a generalizar en el panteón llamado panteón nuevo

Al llegar a la presidencia municipal don Ángel López Gutiérrez, prohibió estas prácticas y sólo autorizó la instalación de puestos que vendieran flores, velas, veladoras y toda clase de artículos religiosos

Sin embargo, seria hasta la administración de don Ángel López Gutiérrez, cuando el panorama de esas prácticas sufrió un severo cambio.

Don Ángel López Gutiérrez prohibió estas prácticas y sólo autorizó la instalación de puestos que vendieran flores, velas, veladoras y toda clase de artículos religiosos

 Al abrirse el llamado panteón nuevo, la primera persona inhumada en ese lugar fue una niña llamada Carmen, hija del Señor Carlos Amaya.

Poco a poco se dejaría de inhumar a personas en el panteón Guadalupe, por lo que gran número de personas de la localidad empezaron a construir en ese espacio mausoleos familiares, uno de ellos fue el Capitán Díaz Brown.

Se cuenta que el alcalde don Ángel López Gutiérrez, en compañía de varias empleados y funcionarios, tenía la costumbre de acudir en forma regular en horas de la tarde al nuevo panteón, a hacer revisión de los trabajos llevados a cabo en el y regar los árboles que habían planteado; causalmente esas mismas actividades las hacia el capitán Díaz Brown, quien había formado parte del cabildo como primer regidor en la administración del profesor Heriberto Salazar, además de haber sido dos veces alcalde del Municipio de Rosario Tesopaco.

En uno de esos encuentros, Díaz Brown ofrece al alcalde ayuda económica para hacer mejoras al panteón, entre ellas alumbrado eléctrico y la instalación de un pozo, contestándole López Gutiérrez que sería mejor fundara un patronato para enarbolar esa bandea. Al apoco tiempo se formalizó este patronato y, poco después el panteón nuevo en su primera sección contaba con pozo que permita regar en forma más eficiente los árboles, además de guarniciones en sus calles.

Al instalarse el servicio de energía eléctrica en el panteón nuevo, en su inauguración se ofreció una misa celebrada por el primer obispo de la Diócesis de Ciudad Obregón, José Soledad torres Castañeda a la que asistieron miles de cajemenses.

Luego se propuso imponerle el nombre de Carmen, en honrar a la niña Carmen Amaya.

 Siendo López Gutiérrez un hombre de carácter firme, amante de la limpieza, impidió que tanto en el panteón Guadalupe como el panteón del Carmen, en las fechas que se honra y se recuerda a los difuntos, se continuara las practica de prostitución y todo tipo de escándalo, en ello también se incluía la música dentro del panteón, y en sus alrededores solo se permitía la venta de flores, velas y todo aquellos que se permitiera honrar la memoria de sus difuntos.

Terminado el mandato de don Ángel López Gutiérrez, en los días de honrar a los difuntos el relajamiento volvió por sus fueros.