López Obrador en Sonora; cumplió su última visita

Su ciclo sexenal de gobierno prácticamente ha terminado, a pocas horas de que eso ocurra, estuvo en la Entidad para una reunión con la Etnia Yaqui

Por: Gerardo Armenta

El presidente Andrés Manuel López Obrador cumplió el viernes anterior su última visita a Sonora en su condición de primer mandatario del país. Su ciclo sexenal de gobierno prácticamente ha terminado. De hecho, a pocas horas de que eso ocurra, estuvo en la Entidad para una reunión con la Etnia Yaqui.

La estancia del mandatario fue fructífera en todos los sentidos. Los hechos, como siempre, hablan por sí mismos. En Vícam hizo la entrega de dos notables obras: la del Acueducto y la del Distrito de Riego. Llevó a cabo además la restitución de 392 hectáreas para los yaquis. Por eso, con toda razón, López Obrador dijo: "Misión cumplida". El mandatario estuvo acompañado por la presidenta electa Claudia Sheinbaum y el gobernador de Sonora, Alfonso Durazo Montaño.

López Obrador atribuyó a esta visita suya un carácter significativo, en virtud de que se produjo en el marco de una transición que constituye la continuidad de la Cuarta Transformación, la cual, dijo, encabezará Claudia Sheinbaum Pardo, y a quien describió como una mujer inteligente y honesta. El mandatario añadió: "Tenemos la dicha enorme de que le voy a entregar no sólo el bastón de mando, sino la Banda presidencial, a una mujer excepcional, preparada, con experiencia, incorruptible, con buenos sentimientos, de buen corazón, una patriota mexicana".

Por su parte, la Presidenta electa prometió a sus anfitriones que regresará pronto ya como Presidenta con el fin de dar continuidad al Plan de Justicia Yaqui. Como se sabe, éste es un conjunto de obras de gran alcance y sentido práctico que serán fundamentales para el avance general de la Etnia Yaqui. Ciertamente, se trata de obras productivas que efectivamente tienen un gran sentido justiciero para los yaquis y su inserción en un esquema de superación y progreso.

El gobernador Durazo Montaño señaló que, después de 80 años, con el Plan de Justicia se restituyen a la Etnia Yaqui los derechos del agua, en tanto que el Distrito 08 beneficiará a 42 mil 200 miembros de la etnia. Señaló que será el primero en ser administrado por un pueblo originario. El gobernador sonorense tuvo palabras emotivas y de reconocimiento para el Presidente de la República. Le dijo: "Usted es parte ya de la memoria popular. Así que se va, pero se queda, señor Presidente". Le dijo que, incluso, las futuras generaciones lo llevarán en su mente y en su corazón.

Durazo Montaño planteó también a López Obrador: "Ha servido usted con lealtad total al interés superior del pueblo; ha servido usted a los más débiles y necesitados; ha servido a quienes por décadas no recibieron sino rechazo y abandono. Su legado, Presidente, nos acompañará en esta nueva etapa de la Transformación, en la que, tenga la seguridad, sabremos arropar a la presidenta Claudia Sheinbaum con la misma lealtad y convicción que entregamos a usted y a nuestra causa. Hasta siempre, querido Presidente".

No hay duda de que en esta última visita oficial de López Obrador a Sonora campeó sobremanera una general y explicable emotividad. Prácticamente fue la despedida del mandatario en una entidad a la que, dicho sea, con franqueza, le mostró un especial afecto. Prueba de ello son las numerosas visitas de trabajo que hizo López Obrador a Sonora. En este sentido es llamativo de suyo que, prácticamente en las últimas horas de su gestión, haya resuelto venir una vez más al estado.

Y es propio señalar que lo hizo para finiquitar pendientes muy importantes y sin duda esa actitud redobló el reconocido afecto de los sonorenses por López Obrador. En lo dicho: a escasas hora de que concluya su gestión, cumplió una gira de trabajo como si estuviera al principio o bien a la mitad de su encomienda. Habrá tiempo para reflexionar más a fondo al respecto, pero en lo inmediato bien puede señalarse que la particular gestión de López Obrador terminó siendo distinta a todas las demás que históricamente se conocen.

Sin duda, ha quedado muy en claro que ciertamente el gobierno obradorista se apartó de los convencionalismos propios o conocidos del quehacer gubernamental estilado en un país como el nuestro. No todo fueron parabienes por ello. Pero ciertamente ha de ser propio reconocer que López Obrador concluye su tarea gubernamental con un notable y contundente respaldo ciudadano. Al final eso es lo que esencialmente debe importar, hoy como ayer, en una tarea que tenga que ver con la gobernación de un país.

armentabalderramagerardo@gmail.com


DEJA UNA RESPUESTA

Noticias Recientes