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Las Plumas

La sequía en Sonora


Año con año escuchamos noticias desalentadoras sobre las reservas de agua con las que cuenta nuestro estado, debido a que, la falta de lluvias, la sobreexplotación de este vital líquido y la sobrepoblación en nuestra entidad han provocado que nuestra región se convierta en la entidad mas árida del país según el Monitor de Sequía en México, con el 25.3% del área estatal en condición C4 o sequía excepcional siendo este el indicador más alto en cuestión de intensidad de sequía y, si a esta cifra le sumamos el área del estado en sequía extrema que es de 51.5%, nos arroja un total de 76.8% del territorio sonorense en condición vulnerable, de las cuales el sector primario utiliza 759 mil 500 hectáreas para la agricultura y 15.5 millones de hectáreas para la ganadería.

Los primeros afectados por esta situación inédita en Sonora, en la que diversos expertos han asegurado que se trata de la peor sequía desde 1960, son las familias que se dedican al sector primario, donde el principal insumo para la viabilidad y rentabilidad de dicha vocación es el agua. Empero, la sequía no se queda en afectaciones económicas para un sector de la población sonorense, durante los últimos meses hemos visto como el fantasma de los tandeos han comenzado a presentarse nuevamente principalmente en la capital del estado, donde diversas zonas ya cuentan con dicha problemática.

La falta de agua es un problema que se ha generalizado y amenaza con agudizarse conforme el paso de los años y lejos de lo que pudiera pensarse, esta grave situación afecta a prácticamente todos los habitantes del estado debido al “efecto domino” que provoca esta situación que nos acarrea problemas económicos, pero también de calidad de vida y salubridad, por lo cual, los gobiernos de todos los niveles deben de abordar con suma seriedad y compromiso la tarea de brindar soluciones concretas ante esta situación por la que atraviesa nuestra entidad.

En los últimos años hemos visto como se han planteado diversas soluciones para acabar con esta problemática que parte de una razón muy sencilla, el agua es un recurso finito en nuestro entorno, mientras la necesidad del hombre incrementa exponencialmente conforme el paso del tiempo, por lo cual, cualquier solución que planteé generar “más agua” simple y sencillamente está pateando el bote del problema para las siguientes generaciones, como hemos visto con las estrategias de bombardeo de nubes y desalinización.

Las soluciones a este problema deben de girar en torno a la lógica de una política pública integral, es decir, de una colaboración de la solución entre el gobierno, la iniciativa privada y la sociedad civil, que tenga como principal motor la conservación y el cuidado del agua como pudiesen ser las siguientes acciones:

1. En México el 80% del agua se va en uso agrícola, por lo cual, se plantea el ahorro del vital líquido por medio del uso de nuevas tecnologías para el riego de cultivos y el revestimiento de canales de riego.

2. Cruzada de concientización sobre el uso y cuidado del agua en el hogar.

3. Regulación y legislación sobre el uso del agua de grandes empresas del giro minero y cervecero que utilizan grandes cantidades del vital líquido.

Sin duda, hemos llegado a un punto de no retorno en Sonora, en el que toda la sociedad debe de poner de su parte para evitar las consecuencias que se avecinan a la vuelta de la esquina si no se toman acciones contundentes para resolver esta problemática.

Borbonmanuel@gmail.com