La patria chica
Urge dejar a un lado la apatía si queremos progresar hay algo más poderoso que tenemos, y es la fuerza que puede aportar la comunidad: los ciudadanos
A donde vayas es común escuchar a la gente quejándose de lo mal que está Ciudad Obregón y las delegaciones del municipio, y es cierto, la ciudad y las delegaciones están peor que nunca; olvidadas, sucias, desordenadas, violentas, más todas las agraviantes que gustes agregar y, en gran parte esto es el resultado de años de malos gobiernos, de todos colores, que se han rodeado de amigotes, compadres, compromisos de campaña, cómplices y demás, y que solo se han dedicado a improvisar de la manera más incompetente las acciones de Gobierno. Los resultados saltan a la vista, y eso ya lo sabemos, tenemos en la clase política, hasta ahora, una de las peores maldiciones que esta tierra ha venido soportando, pero, hay algo más poderoso e importante que tenemos, y es la fuerza que puede aportar la comunidad, los ciudadanos, para poder mejorar. Es a los ciudadanos a donde debemos voltear y puede ser, también, una sólida motivación, el que la gente comience a participar más activamente en el quehacer social comunitario y en el restablecimiento del orden. Es nuestra obligación, y, puede llegar a ser nuestra pasión. Nos urge dejar a un lado la apatía si queremos progresar.
Las autoridades, aunque quisieran, no se dan abasto resolviendo cuanto problema nos aqueja, más los que vayan surgiendo, menos si no pagamos prediales y servicios municipales. Sí, es trascendental que de una buena vez los vecinos nos decidamos a participar desde la trinchera que más nos guste en la construcción de una ciudad y unas delegaciones más ordenadas y prósperas. Lo necesitamos y a todos nos conviene. Ya es hora de entender que no es función de la autoridad recoger cuanta basura tiremos en dónde nos dé la gana, y la autoridad debe de entender que es su responsabilidad el crear y difundir estrategias que sirvan para reordenar la ciudad y fomenten la participación ciudadana.
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Nos urge a la mayoría comenzar a respetar el reglamento de tránsito y al departamento de Tránsito Municipal le urge mano dura contra los que violen las reglas; ya es hora de decirle adiós a la prepotencia típica del cajemense cuando maneja. Ahora es cuando comenzar a reciclar para tener espacios más limpios, y qué mejor si nos deja dinero; es hora de apoyar con todo al comerciante local, y de que el comerciante se capacite para dar un mejor servicio y limpie su negocio por dentro y por fuera. Es momento de dejar de comprar cosas robadas y de ponerles atención a los hijos; es momento de plantar árboles y de cuidar, pero serio, el agua, no olvidemos que la patria chica nos necesita, pero solo juntos, unidos, lo podremos lograr.
“Amada mía, querida mía, ¡ay patria mía! de tumbo en tumbo, se pierde el rumbo” Mercedes Sosa
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