Los jóvenes están aburridos porque han pasado a ser simples observadores de su vida. Dejaron de ser protagonistas de sus propias vidas o nunca lo fueron debido a la cultura del confort, por la sobre protección o por la falta de atención de sus padres. No le encuentran sentido a nada, y el mundo que los adultos hemos creado les parece ñoño. Un mundo en donde todo parece estar marcado por el dinero que puedas acumular, precisamente, para poder vivir una vida con más confort, convirtiendo la experiencia en un círculo vicioso que comienza y termina en el hastío.
Es por eso que miles de ellos se enrolan en la delincuencia y el narcotráfico, y según estudios, no lo hacen tanto por el dinero que ahí se gana, sino para huir del aburrimiento crónico en que vivían. Otros se sumergen en la sexualidad creyendo que en el placer que brinda un cuerpo caliente y el enamoramiento fugaz, encontrarán una razón de ser. Son capaces abandonar a sus familias y la escuela en cualquier momento para irse con alguien que les gusta y les divierte, pero al poco tiempo se dan cuenta que ahí tampoco encontraron lo que buscaban, pero ya están esperando un hijo o tienen alguna enfermedad venérea, y, ése hijo que tendrán, muy pronto estará viviendo el mismo vacío existencial que sus jóvenes padres.
Tal parece que les hemos cambiado el sentido al aprendizaje y la educación, pues lo queremos usar más que para crecer como seres humanos, únicamente para generar riqueza material, lo que también está muy complicado en estos tiempos. Los jóvenes están aburridos.
Olvidamos que una de las ventajas de ser joven es que se tiene la opción de tomar decisiones que no necesariamente son movidas por un interés económico, sino más bien idealista. Por eso muchos de ellos mandan al diablo a todos y se ponen a trabajar de meseros o se van a viajar de mochilazo por donde puedan y hasta que se les acaba el dinero vuelven a trabajar.
Los jóvenes están aburridos en este mundo que te quiere decir cómo vivir y que quiere hacer de las personas máquinas programadas por los medios de comunicación, llevando consigo un vacío generado por unos padres que por años los vieron como "la base del matrimonio", por eso algunos son tan susceptibles a buscar escapar al costo que sea. Algunos son capaces de cambiar 10 años de diversión por 40 viviendo tradicionalmente.
Pero, si algo podemos hacer para ayudarles a combatir el aburrimiento, y de paso el nuestro, podríamos ayudarles a tomar interés por las cosas que nos rodean; invitarles a que observen, investiguen, experimenten y descubran el misterio que hay detrás de cada una de esas cosas, y aprendan los diferentes aspectos de la vida propia y de los demás. También, se les puede orientar para que poco a poco asuman la responsabilidad de organizar su tiempo y de aprender a pensar. Si se hace así, cuando se aburran, no intentarán hacernos responsables de su aburrimiento ni buscarán que nosotros les resolvamos sus asuntos.
La creatividad y la autonomía son dos capacidades valiosas para acabar con el aburrimiento, pero aún les ayudará más a los jóvenes ver a sus padres y madres dando sentido a todo lo que hacen, disfrutando y viviendo lo cotidiano con una actitud de aventura.
"Mamá, mírame voy camino al infierno" AC/DC
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