Con justa razón, ayer se vio mucho alboroto entre personal del Sector Salud y los gobiernos federal y estatal, ya que arrancaba en Sonora la vacunación contra el Covid, inicialmente con quienes atienden la pandemia en la primera línea de batalla en los diversos hospitales.
"Es un acto de justicia para el sector salud, para aquellos que están en el primer frente de batalla, es una luz de esperanza, vamos a hacer todo lo que se tenga que hacer para el sector salud y para todos, así empezamos como debe de ser, en justicia con el sector salud y después a la población en general, pero sinceramente estoy muy contenta", señaló la gobernadora Claudia Pavlovich Arellano al ser testigo de los primeros vacunados.
Horas más tarde, el Congreso del Estado aprobó como lema para toda la correspondencia oficial: "2021: Año de las trabajadoras y los trabajadores de la salud".
Como quien dice, fue, para los integrantes del Sector Salud en Sonora, una jornada de oreja y rabo, como suelen comentar en el argot taurino, ya que de esa manera no solamente las autoridades sino la sociedad en general brindan un justo homenaje a quienes, día a día, ponen en riesgo su salud con tal de salvar la vida de otros.
Y es justo que todos los sonorenses se pongan de pie y demuestren su gratitud hacia el personal de emergencias, camilleros, enfermeras, médicos en sus distintas especialidades, químicos, radiólogos, personal de trabajo social, de limpieza y mantenimiento, que han estado, como luego se dice, en la lucha cotidiana contra una pandemia que ha venido a cambiar todos los esquemas económicos, políticos y sociales de la humanidad.
Especial sitio en el corazón de cada ciudadano deben tener también aquellos médicos, enfermeras y personal de Salud que se adelantaron en el camino por haber contraído la enfermedad justo cuando desarrollaban sus tareas cotidianas.
Es, sin duda, un saldo que difícilmente podrá cubrir la sociedad ante esos héroes que dieron lo más preciado, la vida, y dejaron a sus familias hundidas en el dolor, con todo y que se les diga que cumplieron honrosamente su labor porque nada ni nadie podrá devolvérselos físicamente, aunque en los corazones vivan por siempre.
"Es menester resaltar que, para lograr atender a la población en materia de salud, ha resultado imprescindible el servicio de las y los trabajadores del sector salud público y privado, ya que sin sus servicios estaríamos destinados al fracaso total, en cuanto a la atención médica y posible recuperación de las personas infectadas con el multi referido virus", se dijo, con toda razón, en el Congreso del Estado.
Pero toda vacuna y todo emblema en la documentación oficial para honrar a esos héroes anónimos carecerá de valor si los habitantes de Sonora y el país no realizan el mejor homenaje que puede brindárseles: cumplir con las normas sanitarias que permitan disminuir los contagios.
Hoy más que nunca se hace necesario tomar el toro por los cuernos y, entre todos, sociedad y gobierno, ajustarse a los cuidados de salud necesarios para que el virus ya no se extienda ni cause más daños, zozobra y tristeza en las familias.
Cada momento del día, aunque muchas veces no nos guste utilizar el cubre bocas o usar desinfectantes, debemos honrar al Sector Salud.
De otra manera, será una pandemia eterna que nos arrancará no solamente la vida, el hoy, sino el futuro como sociedad.
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