Las Plumas

Estamos de pie

Estamos de pie

Hace un año precisamente, en el mes de marzo, en Sonora comenzó la zozobra por la llegada del coronavirus. 

Y, como en el mundo entero, ese ser microscópico cambió, y se llevó, la vida de una sociedad que no sabía lo que era una pandemia.

Ha dejado miles de hogares enlutados, una economía destrozada, personas sin empleo, pobreza mayor, enfermedades mentales, suicidios, pero sobre todo temor a acercarse a otras personas como si todo mundo tuviera repelente en su cuerpo.

Ha sido toda una lección de vida. El sistema educativo se ha tambaleado y aunque se programaron las clases virtuales, gracias a los avances tecnológicos, el aprendizaje no ha sido de lo mejor. Han sido dos años, tenemos que ser claros, de retroceso escolar.

Ni se diga del sistema de salud, de los países, estados y municipios, cuya estabilidad se ha puesto en peligro porque la atención se fue durante la mayoría de los meses hacia el coronavirus mientras que otras personas fueron descuidadas en sus enfermedades crónicas o emergentes.

Por ello llama la atención la campaña motivadora que la Oficina de Convenciones y Visitantes de Ciudad Obregón ha emprendido bajo el nombre de Obregón sigue de pie.

Herida, si, pero de pie, una ciudad que fue algún día considerada como una posible capital de Sonora, merced al dinamismo económico que proyectaba pero que de pronto vio apagado ese impulso y hoy batalla para la generación de empleo y bienestar para los suyos.

Según la OCV, la intención de la campaña es “mostrar un Obregón que somos todos: victorioso, sobreviviente, fuerte, recuperándose, con dolor y heridas, pero con ganas de avanzar, viviendo duelos pero agradecidos con los que tenemos vida.

“Obregón es fuerte y saldremos adelante con tu ayuda. Por ti, Obregón sigue de pie”.

Y si, una comunidad pujante gracias a sus habitantes, se ha visto golpeada en los últimos años, primero, porque las autoridades que le han tocado han visto primero por sus intereses que por el sano desarrollo de la población.

Ciudad Obregón es una ciudad fuerte porque a pesar de que los últimos gobiernos se han dedicado a encajar la uña en vez de reparar las calles, mejorar el sistema de drenaje sanitario, trabajar en un servicio de agua potable mejor, construir un drenaje pluvial o crear las condiciones para que nuevas empresas vengan a generar empleos, la comunidad sigue de pie.

Es increíble que quienes en su momento han tenido la oportunidad de construir los sistemas de seguridad que abatan la violencia que daña y enluta a las familias, hoy anden en busca del voto popular con el mayor de los cinismos. Y sin embargo, Obregón sigue de pie porque son mas los ciudadanos de bien que los malos.

Hoy, la OCV lanza el llamado para que entre todos se pueda sanar todo lo que la pandemia ha dejado en cada integrante de la sociedad.

Más que verla como un obstáculo, esta crisis hay que aprovecharla para ser mejores como individuos, como vecinos, como familia, y adquirir la fortaleza para deshacernos de todo lo que nos ha hecho tanto daño, incluidos los malos políticos.

Hay que hacerlo ahora. Mañana puede ser tarde.

Comentarios: francisco@diariodelyaqui.mx