Estacionarse en el Mercado

Búsqueda de un propósito

Por: Gerardo Armenta

Al paso del tiempo, encontrar dónde estacionarse en el Mercado Municipal de Navojoa y alrededores, se convirtió en un esfuerzo o misión imposible. Un hecho como el que se describe terminó por alcanzar en ese lugar un registro cotidiano verdaderamente insólito o increíble. Quizá parecería exagerado hablar en estos términos. Bien podría pensarse que se habla de algo fantasioso.

Pero no es así. La que se describe es una realidad cotidiana que empezó a configurarse desde hace tiempo en el mercado navojoense. Y hoy, lo que sea de cada quien, hace notar un clímax ambiental cotidiano que llama poderosamente la atención. La descripción que se hace al respecto sucede diario, cotidianamente, por los cuatro costados citadinos del mercado. El paso del tiempo lo único que hizo fue empeorar tal estado de las cosas, en lugar de corregirlo.

No es posible incurrir en la exageración que postularía que en el ámbito general del mercado navojoense, no es posible encontrar un lugar para estacionar ni siquiera un "patín del diablo". (Valga la pregunta muy al margen: ¿en sus indeseables dominios el diablo usará para trasladarse un patín como el aludido en estas líneas?). Pero lo cierto es que, de una u otra forma, la posibilidad de estacionarse más o menos con cierta normalidad en el mercado citadino, hace ya buen tiempo que terminó por esfumarse con la obvia molestia y el justificado desconcierto de su clientela cotidiana o potencial.

Es obvio que, una situación como la anterior, perjudica en principio a quienes realizan labores de comercio en ese lugar. El caso es que, ante esta situación que se describe, la cual es diaria o habitual, la presidenta de la Unión de Locatarios del Mercado Municipal dio a conocer un proyecto para solventar la problemática que se comenta. El plan se advierte llamativo.

Y responde a una certera y pertinente observación de Irma Aurora González Agramón. La expresó periodísticamente con las siguientes palabras: "Es un clamor de la ciudadanía: quiero ir al Mercado, pero no hay dónde estacionarse". En efecto, es lo que habitualmente se dice. Ahora habrá estacionamientos exclusivos para clientes en los alrededores del Mercado local. Es posible que de esta manera se desahogue un tanto el de por sí intenso o abrumador tránsito vehicular en lo que es prácticamente una de las áreas medulares del Centro.

Hoy mismo, por ejemplo, la circulación vehicular general en la zona de que se habla es de suyo complicada por los cuatro costados, es decir por las avenidas Allende, No Reelección, Guerrero y García Morales. La complejidad urbana es porque allí todo mundo busca dónde estacionarse, cuando, paradójicamente no hay manera de hacerlo en casi todo el santo día, porque los espacios están ocupados desde muy temprano hasta que cae la tarde. Los mismos locatarios han tenido que ver en esta situación, según comentó González Agramón.

Sin embargo, no puede dejar de reconocerse que la problemática significada por el estacionamiento vehicular, no sólo ha sido y es propia del centro navojoense. Resulta preciso reconocer que esa realidad se ha extendido por una buena parte de la ciudad y en una medida cierta que no deja de asombrar. Sin ánimo de exagerar, bien podría ser cierto que en la "Perla del Mayo", en términos generales, se ha complicado sobremanera la posibilidad de encontrar dónde estacionarse vehicularmente de buenas a primeras.

Esos tiempos ya pasaron a la historia. Hoy lo que existe al respecto es una complejidad urbana singularizada por muchos aspectos, no sólo el que tiene que ver con el renglón del estacionamiento de autos. Éste podría ser uno de los más vistosos, como de hecho lo resulta así. Pero insístase, no es el único. Nadie podría inquietarse por la formulación de consideraciones como las anteriores, las que, de una u otra forma, son propias del desarrollo de una comunidad.

En lo inmediato, habrá que ver cómo evoluciona el mecanismo ideado para racionalizar el estacionamiento de autos en la periferia inmediata del Mercado Municipal de Navojoa. No cabe pensar en el surgimiento de problemas. Aunque nunca se sabe. En todo caso, debe asumirse que ya era hora de que, en esa parte de la ciudad, se aplicara un mecanismo como el comentado para normalizar el modo de estacionarse, y de suyo inaccesible para el grueso de la población durante mucho tiempo, porque casi a menudo no hay espacios para hacerlo.

armentabalderramagerardo@gmail.com


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