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Las Plumas

El reino animal

No sé cómo, ni cuándo, ni dónde,

El reino animal

Ni por qué motivo, razón o circunstancia el ser humano decidió un día muy lejano que era más “inteligente” y valioso que los animales, y esto no es verdad. Los animales son igual de valiosos que las personas, más inteligentes que muchos y vienen “gobernados” para no contar con el libre albedrío que es lo que nos hace diferentes a ellos, y es esa libertad de elección la que tiene a la humanidad al borde del colapso. Los humanos hemos convertido en libertinaje nuestra libertad al no ser responsables de nuestros actos, demostrando una y otra vez, en todas las latitudes del mundo, que el hombre sin leyes y sin moral es el peor animal.

No. No somos más importantes que ellos y ya es hora de que llegue el día en que todos los animales vivan una vida en donde los humanos les muestren compasión, consideración y respeto como ellos lo merecen, y así como las personas lo merecemos también.

Creemos que por ser “humanos” podemos herirlos, torturarlos, matarlos, comérnoslos y no solo eso, mostrar sin pudor alguno en las redes sociales sus cuerpos mutilados cocinándose al carbón sin ni siquiera ser capaces de hacer una oración o dar gracias a Dios porque tendremos alimentos. Los matamos con una saña inaudita y los comemos hasta sin hambre. Los maltratamos y los vejamos por gusto, y eso no es justo.

No es que uno tome poses religiosas, ni que quiera sonar como alguien muy bueno, es más bien que les comento sobre esta inquietud que, conforme pasan los años, se ha ido arraigando en mí, o ha ido despertando en mí interior. Es como una voz interna o una intuición la que me ha venido haciendo cada vez más ruido en mi cabeza y que siento necesario compartirla, porque hay muchas personas que ni porque viven de los animales, piensan en ellos como seres que sienten, sufren y gozan como nosotros y que merecen todo nuestro respeto. Después de todo, los animales no necesitan de los humanos, pero los humanos sí necesitamos de ellos. Quizá a muchos otros les esté pasando esto o lo crean así desde su juventud.  No sé. Lo que sí sé es que muchos otros pueden decir… ¡Eh, ¿de qué hablas si tú comes carne!? ¡¿De qué hablas si tú eres parte del problema?! Bueno, en realidad sí como carne de animales, pero cada día menos, y ahora siento compasión que antes no sentía; ahora me doy cuenta, también, que la crianza de ganado es de las grandes formas de contaminación de la tierra por el efecto invernadero y la depredación de los bosques y valles, y que tenemos que disminuir su consumo. Ahora me doy cuenta que, al menos, hay que tener pudor y no exhibir su maltrato y muerte, aun cuando la carne asada nos guste tanto. Siento que es importante que se evite matarlos “como deporte”, que la cacería es brutal y fomenta el negro y sucio negocio de las armas.

Tengamos misericordia con nuestros compañeros en esta tierra, admiremos su belleza, respetémoslos, y no olvidemos que, según la Biblia, todos los seres vivos aparecen de forma repentina por actos divinos. El Génesis relata que en el día quinto se crean los animales que pueblan las aguas y el aire, y en el día sexto, antes del hombre, los animales que habitan en tierra firme. Sé amable con los animales y el mundo será un mejor lugar para vivir, para todos.