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Las Plumas

El puchoncito

Jesús Huerta Suárez

El día de ayer (martes), este prestigiado diario tuvo a bien publicar mi columna Alegorías llamada “Pesimista”, en donde comento sobre cómo era posible no ser pesimista viendo que casi todo anda “patas arriba” en nuestro Municipio; viendo tanta pobreza, violencia, apatía, etcétera, que nos están hundiendo en la desesperanza, lo que de inmediato provocó comentarios de varias personas que dijeron que no era posible que fuera tan pesimista, que cambiara mi visión de las cosas, que, incluso, sobrevivientes del Holocausto se mostraban más optimistas que yo, a lo que, retomando a los filósofos, les contesté que solamente el discurso histérico genera cambio y que el optimismo no hace más que perpetuar la mediocridad, pero, aun así me dispuse a escribir esta otra Alegorías en la que, cambiando de actitud radicalmente, comentaré sobre el pequeño empujoncito que creo que necesita nuestro Municipio para superarse, porque también se puede ser confiado en que podemos estar mejor. Claro.

Y, bueno, recorriendo de nuevo gran parte de nuestro entorno como lo he venido haciendo desde hace años por motivos de trabajo, reitero que nuestra tierra está llena de gente muy talentosa que solo requiere oportunidades para salir adelante y para sentirse satisfecha. Es, también, favorable vivir en una ciudad “universitaria”, pues esto ayuda en gran parte a nuestra economía y significa mano de obra laboral calificada y se supone que mejores ciudadanos.

Se puede decir también que, aunque de momento la presa está semivacía, es muy probable que muy pronto las lluvias la vuelvan a llenar y que puedan saciar la sed de nuestro manto freático. Por otra parte, tenemos ocho meses y medio de muy buen clima. No todo es calor y gasto excesivo de electricidad, más si nos avocáramos a aprovechar la energía solar como en otras partes del país y del mundo. Contamos con una ubicación geográfica privilegiada lo que nos permite tener una gran variedad de flora y fauna, además de tener muy cerca la sierra, el mar, el valle y el desierto. Tenemos atardeceres espectaculares que te roban el aliento. Somos una ciudad joven que aún puede diseñar su futuro. Nuestra oferta gastronómica es muy variada, accesible y sabrosa. Aquí florece el arte y los artistas. La ciudad está diseñada de una manera práctica, por lo que la puedes recorrer de punta a punta en poco tiempo. La agricultura nos ha permitido mantener nuestra economía y en mucho puede mejorar si nos industrializamos. Nuestra gente es bondadosa y buena en su mayoría. Somos de las ciudades con mejores servicios médicos y con más estaciones de radio y televisión que podrían aprovecharse para enaltecer los valores cívicos y éticos. Las rentas de casas y locales son moderadas y hay disponibilidad, lo mismo que los materiales para la construcción...en pocas palabras, creo que a nuestro Municipio sólo le falta un pequeño puchoncito para que “arranque” y vuelva a ser el Cajeme de ayer, pero “recargado”.

Jesushuerta3000@hotmail.com