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Las Plumas

El Gipsy

Jesús Huerta Suárez

Conocí al Gipsy, así a secas, “Gitano”, me dijo en español, en el estacionamiento de un supermercado mientras contaba unas monedas. En cuanto vi su bicicleta cargada de cosas como una tienda de campaña, ropa, refacciones, una hielerita, cámara de llanta ponchadas y sus largas rastas, pensé que debía ser una persona interesante y le saqué plática…

— ¿Hablas español? Le pregunté.

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Y no supo qué contestar, entonces le hablé en inglés, entonces sí pudimos charlar durante unos minutos.

Contó que había salido de tu natal South Dakota. Dakota del Sur es un extenso Estado escasamente poblado en el medio oeste de los EE.UU., entre praderas ondulantes que ceden el paso al Bosque Nacional de las Colinas Negras, que es donde se encuentra el icónico monte Rushmore en donde están labradas las caras de 4 de los ex presidentes más admirados de esa nación, y que tenía como meta llegar a Argentina.

Hasta el momento lleva poco más de dos mil 750 kilómetros recorridos, faltándole alrededor de ocho mil 762 kilómetros para llegar a su destino.

— ¿No te da miedo pasar por México? Le pregunté casi obligadamente y con vergüenza, pero en EE.UU. tienen tiempo diciéndole a su gente que eviten venir a nuestro país, incluyendo Sonora, y sin pensarlo mucho me dijo que no tenía miedo, que la gente hasta el momento había sido muy amable con él.

Me contó que se siente feo cuando los camiones pasan por su lado y que le han tocado días y noches de lluvia y que las gotas, más que lo helado, le llegaban a doler por la fuerza con la que lo golpeaban.

El Gipsy me dijo que la pandemia del Covid-19 le había provocado ataques de ansiedad y claustrofobia por lo que decidió hacerse a la carretera y para tratar de no estar cerca de la gente y evitar contagios, tanto le teme al contagio que realizará su aventura solo.

Dice que la comida no es problema, ya que se conforma con cualquier cosa, fruta principalmente.

En South Dakota su familia, principalmente, su mamá espera su regreso y reza a diario porque nada le pase a su hijo durante este largo viaje en bicicleta, y asegura que hasta el momento no se siente cansado. Diario pedalea entre 50 y 80 kilómetros según me comentó, así que llegará a la Argentina en unos 4 meses, Dios mediante.