El circo
“La sociedad te enseña a estar siempre insatisfecho, para dominarte y controlarte”, Anthony de Mello
Para qué ponerse a llorar cuando lo más sano sería reírnos un poco de este circo en que se ha convertido la política en el país, antes conocido como el cuerno de la abundancia, (y en donde la abundancia se la han estado robando a manos llenas y sólo nos dejaron el cuerno para hacernos un caldito). Sí, un circo en donde ellos quieren ser las estrellas, no importa, incluso, hacer el ridículo, para lograrlo. Dan risa o dan ganas de llorar. Es una tragicomedia.
Esos políticos que confunden todo a falta de bases ideológicas claras; a faltad de una visión de estado; de reflexiones filosóficas y formación intelectual y alimentados por su gran avaricia, haciendo de cada espacio una pista de baile, un mentidero público o un ring de pelea. Pero las grandes ideas, los grandes conceptos, las palabras de sabiduría, la retórica de altura y, sobre todo, los resultados, que son casi nulos.
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Me pregunto ¿en dónde estarán los verdaderos líderes?, no hablo de esos que hoy ocupan un puesto público, algún espacio en la cámara de representantes o en las instituciones sociales que están ahí por dedazos y compadrazgos casi todos, hablo de esas personas que en base a su capacidad llegan a ocupar los espacios desde donde se dirigen los destinos del país. De los oportunistas, compra votos y mentirosos, y que sólo trabajan para la próxima elección, si veo, con toda claridad hacia dónde nos llevan: Al abismo.
Pienso que la misma naturaleza de cómo se hacen ahora las cosas son nuestro principal obstáculo, en la política todo es un circo lleno de falsedad y glamour en donde los resultados no importan. ¿Crees que con los líderes que ahora tenemos se podríamos haber hecho la UNAM? ¿El Palacio de Bellas Artes?, ¿Los edificios del centro de Guaymas? ¿Los silos en Cajeme?, ¿El Teatro Degollado? ¿El Distrito de Riego Número 41?, ¿La Revolución Verde?, Y tantas otras obras que se hicieron en el pasado, obras que no sólo eran meros edificios para presumir, sino que fueron la cristalización de los ideales de la educación, de la cultura, del vivir mejor. No. Ahora ya no. Los hombres de antes le pudieron poner drenaje a Obregón. Ahora sólo son remiendos, y no es porque nos falte dinero. No. Todo se debe a la falta de capacidad y entendimiento de algunos administradores públicos. Un ejemplo, si no tienes dinero para hacer una biblioteca, como siempre se dice, pues hagamos campañas para que la gente lea, es más barato, ¿qué no? ¿Y por qué malgastar recursos en remodelar plazas, habiendo necesidades más apremiantes? ¿Por qué gastar tanto dinero en publicitar lo qué se hace, como si hacerlo no fuera su obligación?
Total, que ante tanta payasada he decidido mejor reír y buscar crecer para ser el líder, al menos, de mi propia vida, sin esperar o creer que habrá alguien que vendrá a salvarnos de tantas calamidades que la vida en sociedad nos presenta a diario.
He decidido considerar familia a quienes creen en lo que creo y me he propuesto a disfrutar de tantas cosas bellas que la vida nos da, así discretamente, como son una buena copa de vino, un buen pescado, una buena plática, una noche de luna llena, unos momentos de silencio, unas cuerdas de violín, unas palabras de sabiduría, un atardecer en otoño y lo que más te guste.
Jesushuerta3000@hotmail.com